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Roma (Viernes, 02-11-2012, Gaudium Press) Invitado por el Papa como observador en el concluido Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, el Caballero Supremo de Colón Carl A. Anderson se explayó ante la selecta asamblea sobre la conciencia que deben tener los matrimonios cristianos de su talante misionero, derivado del carácter sacramental matrimonial.
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| Carl A. Anderson – Foto: CNS |
«El amor, el cuál la familia tiene la tarea de vivir y comunicar, es la fuerza impulsora de la evangelización», dijo el Caballero, para después insistir en esa condición evangelizadora-misionera. «Es lo que permite que la proclamación del Evangelio permee y trasforme el orden temporal entero. Solo este amor, cuando es auténticamente vivido en las familias, puede estar en la base de una renovación de aquella genuinamente cultura humana que el Beato Juan Pablo II llamaba la ‘civilización del amor’ «.
Así, sintiendo como su propio amor interno es un reflejo del amor que fluye en la Santísima Trinidad, y reconociéndose como verdadera Iglesia doméstica, es que las familias pueden ser «un lugar de curación y de humanidad para los hombres y mujeres de nuestro tiempo», expresó.
Carl Anderson también aprovechó la oportunidad de dirigirse al sínodo para alertar sobre las amenazas a la libertad religiosa presentes en el mundo. «Sea que esas amenazas surjan de un fundamentalismo religioso militante o de un ateísmo militante», «la globalización de tales amenazas, y la complicidad de muchos gobiernos con ellas, apelamos a una nueva solidaridad en defensa de la libertad religiosa como condición de la Nueva Evangelización».
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