Quito (Miércoles, 07-11-2012, Gaudium Press) La ciudad de Macas, capital de la provincia ecuatoriana de Morona Santiago, recibirá el próximo día 24 la visita del Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. En esa fecha el Cardenal preside la beatificación de la Hermana María Troncatti, de las Hijas de María Auxiliadora, misionera italiana que pasó parte de su vida en Ecuador.
Además del delegado pontificio estarán presentes los superiores Salesianos de América Latina y otros representantes de la Familia Salesiana.
La Hermana María Troncatti fue misionera en la región oriental de Ecuador dedicando totalmente su tiempo, sus acciones y oraciones por las almas que vivían en el territorio confiado a las salesianas.
Lo que hoy son las ciudades de Macas, Méndez y Sucúa, todas dentro de la zona misionera, ellas se deben a lo que los misioneros hijos de Don Bosco hicieron en la región. Fueron ellos que, además de llevar el Evangelio, asentaron las bases para la formación de los primeros colonos, incluyendo en ese trabajo la educación de los indígenas del pueblo Shuard.
Trazos de la vida de Hermana María Troncattti
La nueva beata nació en Brescia, Italia, en el año 1883. Durante la Guerra Mundial de 1914-1918, ella hizo en Varazze cursos de asistencia sanitaria y trabajó como enfermera de la Cruz Roja, en un Hospital Militar. Para ella fue una experiencia extraordinaria y de ella nunca se olvidó en su larga actividad como misionera en la selva ecuatoriana.
Ella llegó al Ecuador en 1922, habiendo sido enviada a trabajar entre los indígenas Shuar. Con otras dos religiosas inició su difícil misión en medio de riesgos de toda especie, sin excluir ataques de animales salvajes y las trampas surgidas en los ríos en sus travesías de barcos o en frágiles puentes que la exponían también a peligrosas emboscadas de algún indígena rebelde.
Macas, Sevilla Don Bosco, Sucúa son algunos de los «milagros» florecientes de las acciones de Hermana María Troncatti. En la zona de esas ciudades ella fue enfermera, cirujana y ortopedista, dentista y anestesista… Fue todo eso, sin embargo, fue mucho más: fue sobre todo catequista y evangelizadora, rica de maravillosas expresiones de Fe, de mucho ejemplo, de paciencia y de amor fraterno.
Con su acción y enseñanzas, dio oportunidad para la formación de centenas de familias cristianamente constituidas.
La Hermana María murió en un accidente aéreo en la región de Sucúa, el 25 de agosto de 1969, habiendo ofrecido su vida por la reconciliación entre colonos e indígenas. Sus restos mortales reposan en Macas, en la Provincia de Morona. Fue declarada Venerable el día 8 de noviembre de 2008.
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