Menú 
Nueva York (Viernes, 09-11-2012,Gaudium Press) El paso del huracán Sandy dejó en Norteamérica y el Caribe una estela de destrucción y tragedia. Pero para el Cardenal Timothy Dolan, Arzobispo de Nueva York, dejó también una de las mejores definiciones sobre lo que es la Iglesia, según comentó el pasado 08 de noviembre en su blog personal, El Evangelio en la Era Digital.
 |
| La destrucción en Breezy Point, lugar del significativo relato. |
El prelado explicó que la experiencia de una sencilla mujer, una habitante de Breezy Point damnificada por la tormenta, retrata a la perfección el significado profundo de la misión de la Iglesia en el mundo. La señora fue entrevistada por un canal de televisión, sobre las ruinas de lo que fue su hogar antes de la tragedia. Las casas vecinas también fueron destruidas y un total de 100 edificaciones sucumbieron en su comunidad.
Entre lágrimas, la mujer explicó que huyó de su casa en medio de la noche en busca de un lugar seguro. La intensa lluvia y el viento no le permitían ver, ni quedaban en pie las señales que podrían guiarla. En medio de su desorientación, temía que podría estarse dirigiendo al mar, y no encontraba seguridad. El Cardenal, narrando esta historia, dejó que las palabras de la mujer relataran el desenlace:
«Finalmente, alcé la vista, y estaba en frente de la iglesia parroquial. ¡Ahora sabía dónde estaba!¡Ahora me sentía segura!¡Ahora estaba en casa!», relató la mujer, emocionada, al medio de comunicación. «Las puertas estaban abiertas, las velas estaban encendidas, mis vecinos estaban allí, Monseñor Curran estaba allí… ¡Gracias a Dios! Estaría bien…»
El Cardenal Dolan celebró este testimonio y su sentido espiritual: «Esa es la Iglesia… entra en ella… todos necesitamos seguridad en una tormenta… todos necesitamos un «hogar» cuando el nuestro se ha derrumbado…». El ejemplo caritativo de este templo parroquial en medio del pánico y el desastre fue compartido con entusiasmo por el prelado: «no podría darse una mejor definición de la Iglesia», comentó. El título de su artículo condensa este sentir: «La Iglesia: nuestro refugio en la tormenta».
Deje su Comentario