Los seminaristas serán heraldos de la Nueva Evangelizacion: Cardenal Filoni

Owerri (Lunes, 12-11-2012, Gaudium Press) Durante su visita pastoral a la Diócesis de Owerri, Nigeria, con motivo de su primer centenario de evangelización, el Cardenal Fernando Filoni celebró una Eucaristía en la capilla del Seminario local. El templo está consagrado a la Santísima Virgen, Sede de la Sabiduría. Este lugar fue calificado por el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos como «el corazón de todas las diócesis y congregaciones», por su labor formadora de nuevos sacerdotes.

Cardenal Fernando Filoni.

«El seminario debe ser una escuela de sabiduría y santidad», exhortó el Cardenal Filoni, donde se prepara a los aspirantes para convertirse en «heraldos de la Nueva Evangelización». Los futuros sacerdotes se forman para esta tarea, con un nuevo entusiasmo, buscando llevar la fe, «no como una historia o una idea o una ideología, sino como un acontecimiento, una persona, es decir Jesucristo, quien murió y resucitó al tercer día».

El prelado recordó la dignidad del llamado al sacerdocio, venido directamente de Dios: «La vocación de convertirse o ser sacerdote no es una decisión que cada uno de nosotros ha hecho, sino que se trata de una llamado del Señor que hemos aceptado y a la que hemos respondido con nuestro ‘sí'». El Card. Filoni explicó que «el trabajo del seminario es el de ayudar a experimentar la acción del Espíritu Santo y a entender las cosas del Espíritu de Dios». En esta relación íntima con Dios se lleva a cabo el discernimiento de su voluntad.

Finalmente, el Prefecto recordó la necesidad de la santidad personal que hace al hombre un canal de la presencia de Dios: «Si la gente nos escucha no será porque llevamos un alzacuellos o porque pensamos que somos personas importantes», afirmó «sino que nos escucharán sólo porque somos testigos de aquel al que profesamos como nuestro Señor y Maestro, Jesucristo». Ese testimonio debe alimentarse en la vida del Seminario, «donde la fe, en su integridad y autenticidad es profesada, celebrada, vivida y meditada».

El Cardenal encomendó a la Santísima Virgen la vocación de los seminaristas de Owerri y los llamó a consagrarse por entero: » no hay que tener miedo a dar la propia vida a su Iglesia», concluyó.

Con información de Agencia Fides