Río de Janeiro (Lunes, 12-11-2012, Gaudium Press) El II Simposio sobre el Pensamiento de Joseph Ratzinger, que se desarrolló en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-Río) los días 8 y 9 pasados, y que tuvo como tema «Humanización y Sentido de la Vida», tuvo como palestra inicial la proferida por el Arzobispo anfitrión, Mons. Orani João Tempesta.
Antes de iniciar su palestra Mons. Orani recordó al Card. Eugenio de Araujo Sales, antiguo arzobispo de Río, quien cumpliría en el día de la apertura del Encuentro, 92 años de edad. Y recordó que fue el Cardenal Sales quien inició el «Curso de los Obispos», habiendo traído al Brasil a Joseph Ratzinger como primer conferencista para este curso.
Inspirándose en el libro «La Sal de la Tierra», publicado por el hoy Papa en 1997, el Arzobispo de Río quiso transmitir la comprensión de Joseph Ratzinger sobre la modernidad.
A su turno, el Padre Mario de França Miranda, que también es profesor de la PUC-Río y miembro de la Comisión Teológica Internacional, reflexionó sobre «La fe cristiana en Joseph Ratzinger». El Padre Mario destacó la teología de la fe en los escritos del Papa mostrando el profundo conocimiento de Benedicto XVI sobre la historia del cristianismo y la tradición de la Iglesia.
Él también observó algunos desafíos sobre la vivencia de la fe en los días actuales apuntados por Joseph Ratzinger en su Carta Apostólica Porta Fidei.
«Es imposible, dijo el Padre Mario, abarcar todo lo que ya fue producido por Joseph Ratzinger, pero voy a enfatizar en esta presentación algunos aspectos de mayor impresión. Observo que el Papa se destaca en su reflexión por el enorme conocimiento que tiene sobre la historia del cristianismo y sobre la tradición de la Iglesia. La escucha y la atención a los desafíos y cuestionamientos de cada época está en la raíz de su vida pastoral. No se puede hablar responsablemente de la fe hoy en día sin mencionar los desafíos que enfrentan los cristianos y este desafío él lo muestra recientemente en su Carta Apostólica Porta Fidei donde expone: ‘… De hecho, en nuestros días más que en el pasado, la fe se ve sujeta a una serie de interrogativos, que provienen de una diversa mentalidad que, hoy de una forma particular, reduce el ámbito de las certezas racionales al de las conquistas científicas y tecnológicas. Pero, la Iglesia nunca tuvo miedo de mostrar que no es posible que haya cualquier conflicto entre fe y ciencia auténtica, porque ambas, aunque por caminos diferentes, tienden a la verdad’ «.
«Iglesia y Política, Ética y Economía en Joseph Ratzinger» y «Ratzinger, un pensador actual»
Una de las sesiones contó con la moderación del Profesor de la PUC-Río Miguel Pereira, y reveló aspectos ligados a política, ética, economía y filosofía, todo bajo de la óptica de Joseph Ratzinger.
El Padre José Carlos Aleixo, Profesor Emérito de la Universidad de Brasilia (UnB), desarrolló el tema dentro del enfoque «Iglesia y Política».
«La Iglesia tiene una gran actuación a favor de la paz en los países y entre pueblos, observó el Padre José Carlos. (…) Coloco aquí para concluir mi exposición un trecho del discurso realizado por el Papa Benedicto XVI, el día 22 de septiembre de 2011, en el Parlamento alemán: ‘…Se cuenta, en el Primer Libro de los Reyes, que Dios concedió al joven rey Salomón hacer un pedido por ocasión de su entronización. ¿Qué pedirá el joven soberano en este momento tan importante: éxito, riqueza, una vida larga, la eliminación de los enemigos? No pide nada de eso; pero sí: «Concede a tu siervo un corazón dócil, para saber administrar la justicia a tu pueblo y discernir el bien del mal» (1 Re 3, 9). Con esta narración, la Biblia quiere indicarnos lo que debe, en último análisis, ser importante para un político. Su criterio último y la motivación para su trabajo como político no deben ser el éxito y menos todavía el lucro material. La política debe ser un compromiso en pro de la justicia y, así, crear las condiciones de fondo para la paz’ «.
El Ex-Ministro de Economía, Hacienda y Planeamiento de Brasil, Marcílio Marques Moreira, hizo sus reflexiones sobre «Ética y Economía en Joseph Ratzinger».
«La reflexión sobre el tema que me fue propuesto -expresó Marques Moreira, ‘Ética y Economía en Joseph Ratzinger’, por coincidir con un momento en que el mundo todavía busca superar la grave crisis que llevó a la economía global al borde de la depresión exige un buen entendimiento del tema en sí y amplia visión del futuro post-crisis, de los incitantes desafíos de la sociedad del conocimiento, de la economía globalizada, de las relaciones sociales estructuradas en red, de la consciencia ecológica, de la eficiencia energética y de la búsqueda de menor desigualdad y efectiva justicia social».
(…) «En buena hora el Papa Benedicto XVI, que con firmeza rechaza tanto fundamentalismos como relativismos, vino a alertarnos que la crisis se vuelve una oportunidad de discernimiento para moldear una nueva visión para el futuro. Benedicto XVI concluye que la globalización a priori no es buena, ni mala, ella será aquello que las personas hagan de ella. Es necesario disipar clichés que más confunden que aclaran para buscar construir una nueva visión para el futuro del mundo y del Brasil, capaz de enfrentar desafíos, aprovechar oportunidades y evitar trampas del mundo post-crisis. Aunque posiblemente menos exuberante ese nuevo mundo será más intensivo en conocimiento, más respetuoso con el medio ambiente, más exigente en términos de justicia social», destacó en su exposición el Ex-Ministro.
El miembro de la Academia Brasileña de Letras, Académico Luiz Paulo Horta, expresó que «Ratzinger, es un pensador actual».
«Agradezco, afirmó él, la invitación para participar de este Simposio tan significativo. Nosotros oímos aquí grandes síntesis de los pensamientos de Benedicto XVI, pero por mi parte intenté partir de algunas imágenes que podrían caracterizar ese pontificado. La función episcopal representaba para Ratzinger un alejamiento de lo que él consideraba ser el trabajo de su vida, una vida de escuela. Con más razón se puede aplicar eso a la elección de un Papa, pues cuando escogido, una vez que aceptó la incumbencia, realmente dice adiós a sus proyectos personales y en el caso de Ratzinger, Benedicto XVI, fue más que eso… Él tenía que dar continuidad a un papado que se revestía de tonalidades épicas, que dejaba atrás de sí un legado muy pesado, un pontificado muy largo. (…) Este para mí es un dato sobresaliente de este pontificado, una inspiración a ser llevada en cuenta en la siempre difícil tarea de discernir las señales de los tiempos», concluyó Luiz Paulo Horta. (JS)
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