Redacción (Miércoles, 14-11-2012, Gaudium Press) Esta semana el diario ‘O Globo’ publicó el pedido hecho por el Ministerio Público Federal brasileño a la Justicia para que sea retirado de los billetes de reales la frase «Dios sea alabado» (Deus seja louvado). Según el procurador regional de los derechos del ciudadano, Jefferson Aparecido Dias, la inscripción hiere el principio del estado laico y excluye minorías.
Para el procurador, el hecho de que los cristianos sean mayoría en Brasil «no justifica la continuidad de las violaciones a los derechos fundamentales de los brasileños» que no creen en Dios.
Si la acción es aceptada la Unión tendrá el plazo de 120 días para producir los billetes sin la inscripción y la multa simbólica de R$ 1,00 por día de incumplimiento.
La Casa de la Moneda declaró que el Banco Central es el responsable «por la emisión propiamente dicha, como también la definición de las características técnicas y artísticas». El Banco Central a su vez explicó que el fundamento legal para la existencia de la expresión «Dios sea alabado» en los billetes es el preámbulo de la Constitución, que afirma que ella fue promulgada «bajo la protección de Dios».
Card. Odilo Pedro Scherer |
Al lado de esa noticia podemos colocar una determinación del Consejo de la Magistratura del Tribunal de Justicia de Río Grande del Sur, del día 6 de marzo de este año, en el cual fue definida por unanimidad la retirada de crucifijos y símbolos religiosos de los predios de la Justicia de ese estado.
«Resguardar el espacio público del Judiciario para el uso solamente de símbolos oficiales de Estado es el único camino que responde a los principios constitucionales republicanos de un estado laico, debiendo ser vedada la manutención de crucifijos y otros símbolos religiosos en ambientes públicos de los predios del Poder Judiciario en el Estado de Río Grande del Sur», declaró el juez Cláudio Baldino Maciel.
El Cardenal Arzobispo de San Pablo, Mons. Odilo Scherer comentó que el crucifijo no interfiere en las decisiones de los jueces, que se basan en las leyes, y la alusión a Dios en los billetes del real no hiere a nadie, pues «para quien no cree en Dios, tener o no tener esa referencia no debería hacer diferencia. Y, para quien cree en Dios, eso significa algo».
El purpurado recordó que los que «creen en Dios también pagan impuestos y son la mayor parte de la población brasileña».
Esas acciones y decisiones para y por la Justicia brasileña nos hacen cuestionar: ¿Por qué Dios molesta tanto?
¿Con cuál intención la Justicia quiere prohibirlo del Estado? ¿La presencia de su nombre en una frase o la representación de su imagen en un crucifijo son tan temibles para un país que fue descubierto por buques que ostentaban cruces de Cristo en sus velas y que tuvo su primer nombre como Isla de Vera Cruz y después Tierra de Santa Cruz?
Cuadro de la primera misa en el Brasil pintado por Victor Meirelles |
Hay símbolos que forman parte de la cultura y de la historia brasileña. Uno de ellos es la Cruz de Cristo. Ya el marco de piedra que oficializaba el descubrimiento de la nueva Tierra tenía una cruz y las cinco quinas portuguesas representando las cinco llagas de Nuestro Señor.
«De los méritos infinitos del sacrificio incruento que se renueva sobre el altar, o sea, de la Eucaristía, proceden y se ordenan, como a su fin, todas las grandes obras de la Historia de la Iglesia», dice la Constitución Sacrosanctum Concilium, del Concilio Vaticano II. Quiso la Divina Providencia que una Misa marcase el inicio de la Historia de la mayor nación católica del mundo.
¿Cómo dejar de lado u olvidar que el primer acto público solemne realizado delante de los descubridores y los respetuosos habitantes fue realizado ante de una cruz de madera, en el Ilhéu de Corona Roja, donde Fray Henrique celebró la primera Misa en tierra firme y que fue inmortalizado en la composición del cuadro de Victor Meirelles?
¿Apenas 512 años son suficientes para olvidarse los orígenes de un país, de un pueblo, de una cultura? Amnesias existen pero, si son voluntarias, ellas bien que pueden tener otro nombre…
¿Por cuánto tiempo todavía permanecerá firme la imagen del Cristo Redentor en su pedestal en el Corcovado? |
Si continua así, es de temerse que otro decreto haga que el morro del Corcovado vuelva a ser apenas una elevación granítica igual a tantas otras que existen en Río. Sí, porque usando el mismo «argumento», el Cristo Redentor podrá ser retirado de su pedestal. Con el pedestal vacío, el prosaico de «laico» tomará el lugar del charme, de la hospitalidad y la religiosidad del alma carioca que el Cristo tan bien estimula y representa.
Es realmente para preguntarse: ¿por qué Dios molesta tanto?
Por Emilio Portugal Coutinho
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