Hanoi (Jueves, 15-11-2012, Gaudium Press) Las relaciones diplomáticas de la Santa Sede con los países que restringen la libertad religiosa son siempre difíciles, pero son necesarias. La Iglesia se esfuerza de forma continua por encontrar canales de diálogo que permitan garantizar los derechos de los católicos y brindar garantías para el apostolado. El informativo Asia News destacó el modelo de diálogo entre el Vaticano y Vietnam, que podría ser imitado en el construcción de la relación diplomática con China.
Monseñor Pietro Parolin, Subsecretario de Estado Vaticano, durante una reunión con autoridades vietnamitas en 2009 |
La idea de aplicar con China el esquema de acercamiento empleado con Vietnam fue sugerida por el Cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, en un análisis sobre los cinco años de la carta de Benedicto XVI a los católicos en China (ver noticia anterior). Resulta por este motivo muy útil conocer la metodología del diálogo con el país asiático que comparte muchas de las dificultades que deben superarse para establecer las relaciones de la Santa Sede y las autoridades chinas.
En medio de las restricciones a la libertad religiosa que padecen los católicos vietnamitas, la Iglesia presenta un notable crecimiento en el país y avanzó en el establecimiento de un Grupo de Trabajo Conjunto con representantes de las autoridades de Vietnam y de la Santa Sede. Hasta el momento se han llevado a cabo tres reuniones que investigan la posibilidad de establecer relaciones diplomáticas. El último de los encuentros se llevó a cabo a finales del pasado mes de febrero.
Los primeros signos de esperanza se dieron en 2005, cuando el Presidente de Vietnam, Tran Duc Luong manifestó que no existía enemistad hacia la Santa Sede durante una visita de Pier Ferdinando Casini, presidente de la Cámara Baja del Parlamento Italiano a la nación socialista. Según el mandatario, el establecimiento de relaciones sería «cuestión de tiempo». Las autoridades eclesiásticas asumieron este anuncio con prudencia, dejando en claro la necesidad de un verdadero respeto de la libertad religiosa como derecho humano fundamental. Una delegación vaticana visitó Vietnam en 2007 y mantuvo conversaciones con el Comité de Asuntos Religiosos vietnamita, reiterando este llamado.
Mons. Leopoldo Girelli, Nuncio Apostólico no residente para Vietnam. |
Un apoyo notable a estos acercamientos fue la designación, en 2009, de un Nuncio Apostólico no residente en Vietnam, Mons. Leopoldo Girelli. Al prelado se le ha permitido hacer visitas apostólicas a las diócesis de todo el país y tener un contacto personal con los miles de sacerdotes y fieles que le expresaron las alegrías y sufrimientos de la Iglesia local en esos territorios. Durante este mismo año se incrementaron las visitas de representantes y se manifestó la intención de continuar el contacto.
La declaración emitida en la más reciente reunión del Grupo Conjunto, en 2012, acordó «facilitar la labor del Arzobispo Girelli para que pueda cumplir su misión». Las autoridades vietnamitas afirmaron su compromiso de continuar «mejorando su política de respeto y garantía de la libertad de credo y religión para la gente». Si bien la situación de la Iglesia expresa otra realidad, especialmente en algunas provincias, la Iglesia «tomó nota de estas consideraciones» y el encuentro significó un avance hacia una mayor libertad en el apostolado y la manifestación pública de la fe.
Durante la semana del 04 al 09 de noviembre pasados, una delegación vietnamita viajó a Roma para la Asamblea General de la Interpol y aprovechó la oportunidad para visitar al Secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Mons. Savio Hon Tai-Fai y el Subsecretario para las Relaciones con los Estados, Mons. Ettore Balestrero.
Este modelo de diálogo en busca del establecimiento de relaciones oficiales entre los Estados es el propuesto como ejemplo por el Cardenal Filoni y podría ser la forma de superar las tensiones y dificultades que afectan gravemente la plena vivencia de la fe de los católicos chinos.
Con información de Asia News.
Gaudium Press / Miguel Farías.
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