Baltimore (Viernes, 16-111-2012, Gaudium Press) La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) aprobó con la votación favorable de 227 prelados en su Asamblea Plenaria de Otoño, finalizada el pasado 14 de noviembre, un nuevo documento con recomendaciones sobre los sermones dominicales. «Predicando el Misterio de la Fe: La Homilía de Domingo» es el título del texto, que será publicado también en lengua española.
Los Obispos pidieron enfocar la predicación en Jesucristo y la promoción de la conversión. |
«El objetivo último de la proclamación del Evangelio es llevar a las personas a una relación amorosa e íntima con el Señor», declararon los Obispos, «una relación que forme el carácter de las personas y las guíe a vivir su fe». Este sentido esencialmente espiritual del ministerio busca recordar la profundidad que se espera de las predicaciones.
El documento está dirigido especialmente a los sacerdotes y diáconos y las personas que toman participan en la formación de seminaristas. El texto fue presentado por el Comité para el Clero, la Vida Consagrada y las Vocaciones de la USCCB y contiene numerosas directrices sobre este ministerio. «La homilía es parte integral del acto litúrgico de la Eucaristía, y el lenguaje y espíritu de la predicación deberían encajar en el contexto», recuerda el documento.
Entre las recomendaciones de los Obispos, se destaca el compromiso de búsqueda de la santidad por parte del predicador y la promoción de la conversión personal. «Cada homilía efectiva invoca la conversión», afirmaron los prelados, quienes solicitan a los predicadores recordar la «oferta de la gracia», con «sensibilidad pastoral» para motivar el cambio de vida de los fieles. Este contexto es importante al tocar temas sensibles de la moral o dirigirse a los menos practicantes, ya que un completo llamado a la conversión es diferente a «simplemente regañar a las personas por sus fallas».
El documento recuerda también la relación estrecha de la homilía con la Sagrada Escritura, de forma que los fieles puedan «ver el mundo a través de ojos bíblicos», y que puedan «notar las analogías entre la Biblia y la experiencia ordinaria». Los prelados aconsejaron identificar los elementos de la cultura y la vida cotidiana que puedan ser relacionados con el mensaje religioso para acercarlo a los fieles e invitarlos a la vivencia cotidiana de la fe.
El documento también advierte sobre algunos riesgos de error que deben ser evitados por los predicadores. Uno de ellos es la «especulación teológica», por lo cual pide ceñirse a la doctrina y temáticas propias de la Iglesia para evitar tratar ideas y puntos de vista personales ante la asamblea reunida para el sacramento, que espera recibir una predicación «más poderosa e inspiradora».
«Si un predicador transmite meramente algunos ejemplos de sabiduría proverbial o buenas maneras, o alguna perspectiva ganada en su propia experiencia», describen los Obispos, «puede haber hablado bien o incluso útilmente, pero no ha predicado el Evangelio».
El texto también refiere la necesidad de los fieles de una mejor catequesis para un más profundo conocimiento de la doctrina de la Iglesia. «El domingo sigue siendo el escenario básico en el cual la mayoría de los católicos adultos se encuentran con Cristo y su fé católica», expresa el documento. Por este motivo, aconseja a los sacerdotes aprovechar esta oportunidad para presentar eficazmente la doctrina de la Iglesia.
El documento aprobado también destaca el llamamiento a la misión, como parte de una buena predicación, la incorporación de la posición de la Iglesia en asuntos críticos como el respeto de la vida humana y la libertad religiosa y la búsqueda del bien común y el compromiso cristiano con los más necesitados. Los Obispos propusieron también a los sacerdotes y diáconos la figura de la Santísima Virgen María, como modelo perfecto de escucha y proclamación de la Palabra de Dios sin vacilación.
Con información de National Catholic Register y USCCB.
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