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Ciudad del Vaticano (Lunes, 26-11-2012, Gaudium Press) En la tarde del pasado miércoles las Academias Pontificias celebraron, en el Aula Magna del Palacio de San Pío X, su XVII sesión pública teniendo como asunto principal el tema: «Pulchritudinis fidei testis. El artista, como la Iglesia testimonio de la belleza de la Fe».
Quien abrió la sesión fue el Cardenal Gianfranco Ravasi, Presidente del Pontificio Co nsejo para la Cultura. Al Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del Vaticano, le correspondió hacer la lectura del mensaje enviado por el Papa Benedicto XVI a los participantes.
El texto de Benedicto XVI reafirma «la voluntad de la Iglesia de reencontrar el gozo de la reflexión común y de la acción conjunta para poner nuevamente el tema de la belleza en el centro de la atención, tanto de la comunidad eclesial como de la sociedad civil y del mundo de la cultura».
La belleza, afirma el Papa en su Mensaje, «tendría que volver a reafirmarse y manifestarse en todas las expresiones artísticas, sin prescindir, sin embargo, de la experiencia de la Fe, sino, por el contrario, confrontándose libre y abiertamente con ella, para que le dé inspiración y contenido. La belleza de la Fe no puede ser nunca obstáculo para la creación de la belleza artística porque constituye, de alguna manera, su linfa vital y su último horizonte. El verdadero artista, definido en el Mensaje del Concilio Vaticano II como ‘custodio de la belleza del mundo’, gracias a su sensibilidad artística y su intuición, puede captar y acoger más profundamente que otras personas la belleza que es propia de la Fe, y, así, expresarla y comunicarla con su mismo lenguaje».
El Santo Padre todavía subraya que «en ese sentido, también podemos hablar del artista como testimonio, de alguna forma, privilegiado, de la belleza de la Fe. Por eso, puede participar con su contribución, específica y original, en la misión y en la vocación de la Iglesia, en particular, cuando en las diversas expresiones de arte, quiera ser llamado a realizar obras de artes directamente unidas con la experiencia de Fe y con el culto, con la acción litúrgica de la Iglesia».
Así fue que en su mensaje el Papa invitó, en este Año de la Fe, a todos los artistas cristianos a que su camino artístico sea convertido en «un itinerario integral que incluya todas las dimensiones de la existencia humana, para testimoniar la belleza de la Fe en Jesucristo, imagen de la gloria de Dios que ilumina la historia de la humanidad».
Esa XVII sesión pública de las Academias Pontificias concluyó con la entrega del «Premio de las Academias Pontificias», que este año fue dedicado a las artes, sobre todo a la pintura y a la escultura. Los vencedores de este año fueron la escultora polaca Anna Gulak y el pintor español David Ribes López. La Medalla del Pontificado fue otorgada al escultor italiano Jacopo Cardillo. (JS)
Con informaciones del VIS.
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