Ciudad de México (Martes, 27-11-2012, Gaudium Press) En su predicación con motivo de la fiesta de Cristo Rey, el Cardenal Norberto Rivera, Arzobispo de México (Distrito Federal), pidió respeto y escucha para la voz de los católicos en la vida pública de la nación. «En esta época de separación jurídica entre Iglesia y Estado», expresó, los católicos «debemos defender la libertad de expresión y debemos manifestar abiertamente nuestros criterios y convicciones».
Cardenal Norberto Rivera, Arzobispo de México D.F. |
En este llamado, el Arzobispo pidió a los fieles y sacerdotes no confundir el Reino de Dios con un régimen social pero alertó sobre la responsabilidad de los seguidores de Cristo de practicar la fe en todas las dimensiones de la vida. «Nosotros los súbditos de Cristo Rey debemos recoger la antorcha del Evangelio en nuestras manos y testimoniar con nuestras vidas la verdad proclamada por Jesús», exhortó el prelado. Ese testimonio incluye la participación de la Iglesia en la vida pública y sus conceptos «deberán ser escuchados dentro del sistema democrático».
Para poder llevar a cabo esta misión, El Cardenal Rivera recordó el deber de la preparación interna del creyente: «Antes que voceros del Evangelio, los cristianos debemos ser oyentes, como el mismo Jesús nos lo recuerda: «El que es de la verdad escucha mi voz»», comentó. «Ser ciudadano del Reino de Cristo es hacerse discípulo suyo teniendo el Evangelio como manual de formación permanente». Este es el sentido del lema de la Misión Continental: Discípulos y Misioneros.
«La Iglesia necesita de ustedes, de su compromiso, de su generosa entrega a la causa de Dios», exhortó el Arzobispo. En la comunión de los miembros de la Iglesia, la búsqueda del bien a nivel personal y social repercute sobre cada uno de sus miembros. La Iglesia universal y local «necesita que cada uno de ustedes tenga siempre viva la conciencia de ser miembros de la Iglesia a quienes Cristo les ha confiado, de manera individual e insustituible, una tarea que cada uno debe llevar a cabo para el bien de todos», destacó.
El prelado concluyó su predicación recordando que esta participación es un llamado venido de Dios y no una ambición originada en los creyentes: «Cristo nos ha dicho a todos y a cada uno de sus discípulos: «No me has elegido tú a mí, yo soy el que te he elegido a ti, y te he destinado a que vayas y des fruto y tu fruto permanezca», afirmó.
Con información de SIAME.
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