Hong Kong (Lunes, 03-12-2012, Gaudium Press) Ante el Año de la Fe, que se inicia en la diócesis de Hong Kong el próximo 16 de diciembre, el Cardenal John Tong, redactó una Carta Pastoral en la cual recoge los consejos de la Iglesia para aprovechar este tiempo y señala los retos más importante para la Iglesia local. El prelado destacó también los frutos del reciente Sínodo de los Obispos sobre la Transmisión de la Fe y la Nueva Evangelización.
Cardenal John Tong, Obispo de Hong Kong. |
La Carta Pastoral del Obispo de Hong Kong fue publicada el pasado 02 de diciembre y resume los consejos expresados por Su Santidad Benedicto XVI en la Carta Apostólica Porta Fidei: acercamiento a la Sagrada Escritura, el Catecismo y los Documentos del Concilio Vaticano II, acompañado de una vida marcada por la oración, los sacramentos, la profundización de la fe y el testimonio.
Según informó la Agencia Fides, el Año de la Fe comienza en Hong Kong el próximo 16 de diciembre, una vez culminado el Año de los Laicos de la Iglesia local. En esta diócesis, la Iglesia mantiene una mayor independencia del gobierno chino (por cuanto Hong Kong fue colonia británica) y la Carta destaca el tamaño y vitalidad de la comunidad católica: «Gozamos todavía de plena libertad religiosa como antes. A través de 51 parroquias, 244 colegios católicos y una gran variedad de servicios sociales, especialmente a través de Cáritas, hemos promovido la evangelización», relató el Card. Tong. «Aún más maravilloso es el hecho de que tenemos más de 1.000 catequistas voluntarios y hemos celebrado 3.500 bautismos de adultos durante la Pascua».
Sin embargo, el prelado manifestó que la Iglesia en Hong Kong comparte los retos de la Iglesia universal, identificados claramente durante el Sínodo de los Obispos: «La mayoría de los Obispos son conscientes de que nos encontramos ante el difícil reto de la secularización, el materialismo y la indiferencia». Este panorama marca un descenso en la cantidad de vocaciones, apenas 10 en una diócesis con 300 sacerdotes, 500 religiosas y 100 diáconos permanentes.
El prelado, unido a la voluntad de los Obispos del mundo, llamó a los fieles a dejarse transformar con Cristo, trabajar por el desarrollo de una más intensa vida espiritual encaminada a la conversión, fomentar la oración y la unidad y aprovechar todos los medios disponibles para llevar a cabo la Nueva Evangelización. El Cardenal recordó el deber de imitar la humildad de Cristo y el deber de hacer uso de la tecnología moderna para extender el Reino de Dios.
Con información de Agencia Fides.
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