Ciudad del Vaticano (Martes, 04-12-2012, Gaudium Press) Mons. Zygmunt Zimowski, Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, destacó el compromiso de la Iglesia en favor de «todos aquellos que sufren diferentes formas de limitación, física o psíquica», con motivo del Día Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, celebrado el pasado 03 de diciembre.
«La Iglesia expresa su cercanía a todos aquellos que sufren diferentes formas de limitación, física o psíquica», afirmó Mons. Zygmunt Zimowski. |
El prelado afirmó que la fe «abraza y otorga sentido a cada situación de la vida humana» y es la principal custodia «del bien que la persona puede aportar a toda la comunidad, aunque tenga alguna discapacidad, y que vive su sufrimiento en Cristo y por amor de Cristo». Esta conciencia del verdadero valor y dignidad de la vida protege a las personas en situación de discapacidad de una visión que reduce al hombre según los criterios utilitaristas.
«Frente a las diferentes patologías relacionadas con la discapacidad», continuó mons. Zimowski, «siempre es útil sensibilizar a la opinión pública con respecto a los conceptos de dignidad, de derechos y de bienestar de nuestros hermanos y hermanas, para que aumente la conciencia de los beneficios que pueden derivar de su integración en diferentes aspectos de la vida social».
El prelado insistió en la importancia del reconocimiento de los derechos de quienes padecen discapacidad, cada vez más puestos en duda por propuestas como las de la eutanasia o el aborto eugenésico. «El mundo de los derechos, efectivamente, no puede ser prerrogativa de pocos, de los fuertes y de los vencedores», afirmó el Presidente del dicasterio. «La persona con discapacidad deberá tener las facilidades para participar, en la medida de sus posibilidades, en la vida de la sociedad civil y de los creyentes» y merece el apoyo necesario para poder realizar «todas sus potencialidades de orden físico, psíquico y espiritual». Procurar el bien integral de las personas con discapacidad es necesario, «aunque esto pueda comportar una mayor carga financiera y social», exhortó.
Mons. Zimowski recordó también que el sentido de la vida del hombre no es huir del sufrimiento, sino trascenderlo, y citó en este sentido las palabras de Benedicto XVI: «No es la evasión ante el dolor lo que cura al hombre, sino la capacidad de aceptar la tribulación y madurar en ella, dándole sentido mediante la unión con Cristo». En la vocación de la ayuda a las personas con discapacidad, la Iglesia «busca formar parte de este importante esfuerzo, haciendo sentir su cercanía y proximidad, haciéndose partícipe de las fatigas y los inevitables momentos de desconsuelo, iluminando con la luz de la fe y la esperanza que nace de la solidaridad y del amor», concluyó.
Con información de Agencia Fides y Vatican Insider.
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