"Rezo para que la Iglesia Católica se de cuenta de que Rusia la necesita": P. Aleksandr Burgos

Roma (Martes, 11-12-2012, Gaudium Press) En una interesante entrevista, el P. Otets Aleksandr Burgos, párroco de San Juan Bautista en Pushkin, San Petersburgo, y vicario parroquial de Santa Teresa de Lisieux en Komi, describió a la agencia Zenit las condiciones de la Iglesia Católica en Rusia. Según el presbítero, la Nueva Evangelización es una necesidad urgente del país, que debería ser atendida por la Iglesia de todo el mundo: «Cada obispo de la Iglesia universal debería sentir que la Virgen le ha encomendado a él personalmente la nueva evangelización de Rusia».

La Iglesia Católica enfrenta el reto de reevangelizar un país golpeado por una de las peores persecuciones religiosas de la historia.

El sacerdote, presente en Roma recientemente, sostuvo un encuentro informal con periodistas, durante el cual ofreció su perspectiva de las oportunidades que la Iglesia puede aprovechar en un pueblo con gran necesidad del encuentro con Dios. «En Rusia tenemos más libertad para actuar que la que ha habido en los últimos mil años. Hace poco tiempo se han firmado relaciones plenas entre la Federación Rusa y la Santa Sede», explicó. Aunque recordó algunas dificultades y tensiones aún presentes en el país, afirmó que el lento crecimiento de la Iglesia no se debe a razones externas: «El problema fundamental es la asombrosa idea que existe en algunos ambientes del mundo católico postconciliar de que sólo los ortodoxos tienen derecho a evangelizar en Rusia».

Acciones necesarias y urgentes

Según el sacerdote, esta falta de compromiso se puede dar por una idea errada sobre la tradición del país y el desconocimiento del aporte que la Iglesia ha hecho en la historia rusa y el que está llamado a realizar en la actualidad. «El catolicismo ruso tiene una historia también importante, y está regado por la sangre de numerosos mártires», destacó. Sin embargo, un preocupante «bloqueo» al interior de la Iglesia impide la verdadera evangelización. «Un ejemplo de bloqueo es que hay congregaciones cuyo carisma es la educación que en su trabajo en Rusia no han abierto un solo colegio», alertó. «Otro ejemplo es que en todo el postconcilio existen muy pocos libros escritos y publicados por sacerdotes católicos rusos, cuando en el preconcilio estos eran mucho más abundantes. Un tercero es la casi inexistencia del catolicismo ruso de rito bizantino-eslavo. Hay muchos otros».

El P. Aleksandr Burgos hizo un sentido llamado por un cambio de actitud frente a Rusia. «Cuando en toda la Iglesia católica aumenta la conciencia de que es necesario colaborar en la evangelización de un país, esa evangelización crece», afirmó. Como ejemplo, el sacerdote expuso que el crecimiento del 0.5% al 60% de la población católica en África obedeció a la labor de la Iglesia universal: «toda la Iglesia se puso manos a la obra», explicó. «Yo rezo para que la Iglesia católica se de cuenta de que Rusia la necesita porque sola no es capaz de salir de la herencia tremenda del período de ateísmo más terrible de la historia del mundo».

Rusia: la gran tarea pendiente

El presbítero insistió en la importancia de este compromiso: » Si se quiere reevangelizar realmente el país tiene que ser la Iglesia entera, la Iglesia universal la que colabore». Además, relacionó esta urgencia con la solicitud de la Santísima Virgen en sus apariciones de Fátima, Portugal. «Es en cierto sentido lo que la Virgen indicó en Fátima cuando pidió que el santo padre con todos los obispos del mundo hicieran la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón» Según el P. Aleksandr, se requiere ir más allá de un acto externo, sino vivirlo a plenitud. «Cada obispo de la Iglesia universal debería sentir que la Virgen le ha encomendado a él personalmente la nueva evangelización de Rusia», expresó. «Cuando esto ocurra el catolicismo ruso crecerá mucho y eso será un gran bien para el país. Podremos ayudar como hacemos en todo el mundo con la creación de escuelas, de hospitales, de centros de evangelización».

La asignatura pendiente de la evangelización católica de Rusia, cuya fe fue fuertemente golpeada por la persecución comunista, sigue siendo un fuerte reclamo. «En Rusia la práctica de la fe crece, pero todavía están muy lejos de nosotros, a pesar de nuestra crisis. Las iglesias de Madrid y de Roma están muchísimo más llenas que las de Moscú y San Petersburgo». Pese al desarrollo económico de los últimos años, las personas aún deben superar grandes dificultades materiales para practicar su fe. «Todavía hoy hay zonas en la Rusia europea donde hay que recorrer más de 40 kilómetros para encontrar una iglesia abierta», denunció el P. Aleksandr. «Un acontecimiento como la última Jornada Mundial de la Juventud con dos millones de jóvenes es impensable en el mundo postsoviético».

Finalmente, el sacerdote describió el gran país y el reto evangelizador como una enorme oportunidad para la extensión del Reino de Dios. «Pienso que la evangelización en Rusia tiene un futuro muy prometedor y que algún día desde Rusia nos ofrecerán un fuerte impulso para despojarnos de muchos prejuicios laicistas que estamos admitiendo en nuestra cultura», concluyó.

Con información de Zenit.