Oxford (Jueves, 13-12-2012, Gaudium Press) Un estudio realizado por investigadores de neurología clínica y anestesia de la Universidad de Oxford, además de expertos en psicología y teología, concluyeron que las creencias religiosas permiten a las personas desarrollar procesos cerebrales de regulación del dolor. En el experimento práctico, los fieles devotos experimentaron una disminución de la sensación de dolor al contemplar un cuadro de la Santísima Virgen. Este efecto no se reprodujo ante una obra de arte secular, ni estuvo presente en individuos ateos.
La contemplación de las imágenes de la Santísima Virgen puede ayudar a los enfermos a reducir su experiencia de dolor. En la imagen, la «Señora con Hijo» del pintor italiano Sassoferrato. |
«Mi principal interés es desarrollar una comprensión de los sistemas cerebrales involucrados en la modulación del dolor», expresó Katja Wiech, del Departamento de Anestesia de la Universidad de Oxford. Según la experta, las creencias religiosas influyen en la sensación y «pueden estar relacionadas con varios aspectos: el dolor mismo, la habilidad que el sujeto tiene para soportarlo o las condiciones que influyen sobre estas dos».
El experimento fue realizado con 24 personas, la mitad de ellas católicos practicantes y la otra mitad ateos profesos. Durante 30 segundos, los participantes observaron una obra de arte (un cuadro de la Santísima Virgen o una obra secular), tras lo cual padecieron una descarga eléctrica y calificaron su sensación de dolor en una escala de 0 a 100. Además, durante el experimento se monitoreó la estimulación cerebral a través de una resonancia magnética. «Como lo confirmaron los datos de comportamiento, la contemplación de la imagen religiosa permitió al grupo religioso separarse de la experiencia de dolor», concluyeron los investigadores.
La imagen de la Santísima Virgen que causó este efecto fue una pintura del artista italiano Sassoferrato, y quienes se beneficiaron de esta protección frente al dolor constituyeron el 12 por ciento de los creyentes. El lienzo «Mujer con armiño» de Leonardo Da Vinci no tuvo efecto sobre el dolor, ni se presentó reducción de dolor en los ateos profesos que contemplaron ambas imágenes. La resonancia magnética reveló que la experiencia religiosa produjo la estimulación de la corteza prefontral ventrolateral derecha, una región del cerebro que parece estar asociada con la inhibición del dolor.
Según afirmó la investigadora Wiech, los hallazgos podrían contribuir en el «desarrollo de nuevas opciones de prevención y tratamiento para el dolor crónico». Interpretando estas palabras a la luz de los resultados y otras experiencias clínicas relacionadas (ver nota anterior), bien podría afirmarse que la evangelización y la devoción a la Santísima Virgen, además de todos los beneficios espirituales que aportan, deberían ser tenidas en cuenta en la promoción de la salud integral para los pacientes.
Con información de Pain Journal y Oxford Neuroscience
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