Xuan Loc (Viernes, 14-12-2012, Gaudium Press) Unos 200 representantes de la Iglesia Católica de todos los países asiáticos se encuentran reunidos en la décima Asamblea General de la Federación de Conferencias de Obispos de Asia (FABC), que se desarrolla desde el pasado 11 de diciembre hasta el próximo día 15. La Asamblea tiene un carácter histórico en esta oportunidad, ya que tiene lugar en Vietnam, un país socialista con una historia reciente de persecución y graves limitaciones a la acción de la Iglesia. «Es un signo de los tiempos», afirmó a este respecto el Nuncio Apostólico no residente en Vietnam, Mons. Leopoldo Girelli.
Los prelados asiáticos hacen presencia en un país que ha padecido la persecución religiosa para preparar el impulso misionero del Año de la Fe. |
Los prelados asiáticos rindieron homenaje a los misioneros extranjeros que «trajeron la semilla de la fe», que fue alimentada con «la sangre de los mártires vietnamitas», que asumieron la tarea de anunciar el Evangelio. Ahora es «nuestro deber llevarlo a todas las personas», expresó el Presidente del Consejo de Obispos de Vietnam, el Arzobispo Nguyen van Nhon.
En la ceremonia de apertura estuvieron presentes seis Cardenales, 113 Arzobispos y Obispos, así como Monseñores y sacerdotes, según informó la agencia Asia News. En representación de la Santa Sede asistieron Mons. Girelli y el Enviado del Santo Padre Benedicto XVI para este evento, Cardenal Oswald Gracias, quien destacó la importancia y oportunidad de la Asamblea.
La Iglesia Católica debe emprender una «re evangelización», en palabras del Card. Gracias, a través del «bautismo, la confirmación, la eucaristía y la confesión», ya que estos sacramentos son los que retornan al creyente a Dios y producen «la paz y la alegría del corazón». Según explicó, la vida profunda de fe de los católicos es un testimonio que debe ofrecerse a los no creyentes, para que puedan «reconocer a Jesús».
Con información de Asia News.
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