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São Paulo (Lunes, 18-05-2009, Gaudium Press) Después de la muerte del líder separatista tamil Vellupillai Prabhakaran en este fin de semana, el Ejército de Sri Lanka dijo, este lunes, haber conseguido la victoria en la batalla final contra la guerrilla tamil y acabado con la guerra civil que ya duraba más de 25 años.
El comandante del Ejército, general Sarath Fonseka, afirmó este lunes que las tropas acabaron la tarea pasada hace tres años por el presidente Mahinda Rajapaksa.
Después de meses de intensa ofensiva militar contra los militantes de los Tigres por la Liberación del Tamil Eelam (LTTE), las fuerzas especiales del gobierno dijeron haber matado al líder separatista mientras él intentaba huir en ambulancia de la zona de guerra, una pequeña franja de menos de 5 km² donde los rebeldes fueron confinados.
El jefe de inteligencia tamil, Pottu Amman, y Soosai, jefe del brazo armado naval «Tigres del Mar», también fueron muertos, según el Ejército.
«Nosotros libramos al país liberando completamente el norte de los terroristas. Nosotros ganamos control total de las áreas controladas por los tigres tamiles», dijo Fonseka, en anuncio en televisión estatal.
A pesar de la intensificación del conflicto en las últimas semanas – lo que hasta forzó tentativas de intervención de la ONU – el presidente cingalés Rajapaksa ya había declarado victoria sobre los separatistas el sábado pasado (16).
En 2002, cuando la tregua firmada por ambas partes comenzó a romperse, los militares tamiles controlaban cerca de 15 mil km² de territorio. En las últimas semanas, el área cayó para menos de 5 km².
La Batalla final
Durante lo que las fuerzas cingalesas llamaron de «la batalla final» de una guerra que ya mató más de 65 mil personas en 25 años, las fuerzas cingalesas afirmaron haber encontrado los cuerpos de varios rebeldes – entre ellos el hijo más viejo de Prabhakaran. Según el Ejército, algunos de ellos cometieron suicidio al constatar que estaban acorralados. El suicidio en caso de ser encontrado por las tropas del gobierno era una de las premisas del régimen fundado por Prabhakaran.
Los Tigres Tamiles habían anunciado que decidieron «silenciar sus armas» después del Ejército haber cercado el último reducto de la guerrilla, pero el Ejército afirmó que continuaría combatiendo hasta matar a todos los rebeldes.
Los Tigres Tamiles luchan para crear un territorio independiente para la minoría étnica tamil, discriminada en los sucesivos gobiernos de la mayoría cingalesa. En el pasado, los rebeldes llegaron a controlar una parte del norte y del este de Sri Lanka y a formar fuerzas propias, una significativa flota naval y una ínfima flota aérea. En enero de este año, el gobierno de Sri Lanka decidió iniciar su ‘ofensiva final’ contra la guerrilla.
Con la embestida del gobierno, los rebeldes comenzaron a perder terreno. En los últimos meses, quedaron confinados a una franja estrecha de floresta y de playa en la Provincia Oriental, por muchos años controlada por los rebeldes. En esta zona de guerra están, además de los rebeldes, entre 30 mil y 80 mil civiles, estima la ONU.
El conflicto en números
De acuerdo con un documento de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) 7.000 civiles fueron muertos y 16.700 heridos en combate del 20 de enero al 7 de mayo de este año. Desde entonces, los médicos en la zona de guerra informaron que más de mil civiles fueron muertos en una semana de bombardeos pesados, atribuidos por grupos humanitarios extranjeros a las fuerzas oficiales. El gobierno niega estar utilizando armas pesadas en la región y no da números oficiales sobre las víctimas.
La Cruz Roja advirtió «una catástrofe humanitaria inimaginable», delante de centenas de heridos presos sin tratamiento en la zona de combate, donde las agencias humanitarias no consiguen llegar.
El conflicto causó la fuga de cerca de 200 mil civiles de la zona de combate en los últimos meses. Ellos están siendo mantenidos en campos llenos para dislocados.
El jefe de la agencia de Derechos Humanos de las Naciones Unidas dijo el viernes pasado (15) que apoya una investigación independiente sobre posibles crímenes de guerra y violaciones cometidas por los dos lados.
El Centro de Mídia para seguridad Nacional de Sri Lanka afirma que más de 250 tigres tamiles fueron muertos en la batalla final, intensificada el sábado (16) cuando el Ejército dice haber liberado más de 72 mil civiles.
Los rebeldes también rechazan las acusaciones, hechas por el gobierno, por la ONU y por organizaciones internacionales de ayuda humanitaria, de que mataron civiles retenidos en la zona de combate para utilizarlos como escudos humanos y estaban tirando a personas intentando huir. Los relatos de los combates son difíciles de verificar, porque el gobierno ha impedido más periodistas y trabajadores de ayuda zona del conflicto.
Tensión
La tensión que explotó en los últimos meses entre la mayoría cingalesa de Sri Lanka y la minoría tamil se manifestó de forma clara después de la independencia del país, en 1948, del dominio británico. Los Tigres Tamiles surgieron en 1976, para luchar por la creación de un Estado independiente en el norte del país, alegando defender el derecho de las minorías tamiles delante de la opresión de sucesivos gobiernos de la mayoría cingalesa. Los tamiles representan menos de 10% de la población.
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