Madrid (Miércoles, 19-12-2012, Gaudium Press) Su nombre es Enrique Llamas, es sacerdote español y carmelita, además de presidente de la Sociedad Mariológica Española. Como experto en Mariología y tras su participación en la Real Academia de Doctores de España, donde habló sobre Mariología y Concilio Vaticano II, fue entrevistado por la agencia Zenit para referirse sobre algunos aspectos concernientes a la piedad mariana, el lugar que la figura de María ocupó en el Concilio Vaticano II, y el papel que podría jugar Nuestra Señora en la Nueva Evangelización.
Precisamente sobre este último aspecto se refirió el Padre Llamas, quien fue interrogado sobre la manera cómo la recuperación de la figura de María puede contribuir a la Nueva Evangelización: «En una situación como esta, el Papa Pablo VI, intérprete auténtico del Vaticano II, y su mejor intérprete, se atrevió a afirmar: ‘La Iglesia, dirigida por el Espíritu Santo, y amaestrada por una experiencia secular, reconoce que también la piedad a la Santísima Virgen, de modo subordinado a la Piedad del Salvador, y en conexión con ella, tiene una gran eficacia pastoral, y constituye una fuerza renovadora de la vida cristiana'».
Para el Padre Llamas, María tiene un rol protagónico en la Nueva Evangelización |
Al respecto, dice que el mismo Magisterio de la Iglesia ha reiterado esta enseñanza, que es «fundamental para renovar y orientar la vida del espíritu, y mantener el esplendor del camino de la belleza, que se recorre en la práctica de la verdadera devoción mariana».
En otro momento, el sacerdote también fue cuestionado sobre por qué tras el Concilio Vaticano II se ha desdibujado, en cierta medida, la figura de María. Según el Padre Llamas ello se debe a varios factores, entre los cuales llama la atención que el nombre de San José, Esposo de la Virgen María, esté ausente en los textos conciliares. «Esta puede ser una de las causas, atendiendo más al espíritu, con que se hacen las cosas, que a la letra con que se exponen. Por esto estamos en el inicio de trabajar por ‘restaurar’, ‘recuperar’ al San José, echado de su causa», agrega el sacerdote carmelita.
El presidente de la Sociedad Mariológica Española también destacó que la tradición teológica española haya afirmado la colaboración eficiente de la Virgen María en la obra de la redención, sin quitar la autoría absoluta que tiene el Hijo de Dios en el plan redentor.
«La primera autoridad en la Iglesia en esta es San Ireneo, que contempló a María en oposición a Eva en el pecado y en la Redención. Eva colaboró al pecado; María colaboró a la salvación y redención. En España, en el siglo IV, el poeta Prudencio, parece conocer la doctrina de Ireneo, y la incluye en uno de sus Himnos. Pasando por San Ildefonso de Toledo, esta doctrina a la literatura española de los siglos XIII-XV. Desde este tiempo los temas religiosos se hacen temas de cultura», expone el Padre Llamas.
Asimismo, resalta que en España la profesión del a Inmaculada Concepción de la Virgen se haya convertido en tema de interés nacional, que muy bien se refleja desde las manifestaciones culturales. «Tratados teológicos de valor inalcanzable; poemas, piezas de teatro, miles de piezas poéticas; pintura (…) La religión ha sido siempre un motivo de inspiración y de enriquecimiento de las ciencias, de la literatura y las artes. Pocos han igualado sus perfecciones», añade.
Sociedad Mariológica Española
La Sociedad Mariológica Española (SME) fue fundada en la ciudad de Zaragoza en el año 1940 bajo la advocación mariana de la Virgen del Pilar con el objeto de promover, a través de la investigación, las virtudes de la Madre de Dios, así como los dogmas y las verdades reveladas de la Virgen María.
Entre las actividades que desarrolla la SME está la celebración, cada año, de la Semana de Estudios Marianos, la publicación del volumen del Anuario «Estudios Marianos», así como otras obras marianas.
Con información de Zenit.
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