Manila (Jueves, 20-12-2012, Gaudium Press) Si en el terreno político la inminente aprobación de una ley de promoción agresiva de la anticoncepción artificial en Filipinas podría considerarse como una derrota, la Iglesia está muy lejos de darse por vencida, aprobada o no la legislación en ese sentido. El Obispo de Bacolod, Mons. Vicente Navarra anunció en una declaración lo que debe ser el criterio de los fieles en su aplicación: «Debemos obedecer a Dios antes que a los Hombres».
Mons. Vicente Navarra, Obispo de Bacolod. |
El prelado se refirió a la apresurada votación en la Cámara de Representantes, motivada por fuertes presiones del gobierno, sobre «el asunto que ha dividido a la nación»: la financiación estatal de la anticoncepción artificial y su promoción en la educación de niños y jóvenes. Ante esto, Mons. Navarra preguntó si una vez aprobada como ley «¿verdaderamente silenciará la auténtica voz de la verdad? (…) Yo digo: ¡No!», afirmó.
El Obispo no dudó en calificar la aprobación de la norma como «un insulto descarado a Dios Omnipotente y un grave insulto a la santidad de la vida humana, especialmente aquella del no nacido». Si bien advirtió que habla a título propio, ya que los Obispos ya han realizado declaraciones conjuntas rechazando la ley, Mons. Navarra expresó haber sentido la necesidad de alzar la voz en nombre de su Diócesis: «Tengo que hablar en representación de los fieles católicos, así como de las personas de buena voluntad en la Diócesis, que esperan una guía y un apoyo para su fe y su conducta en la vida», afirmó el prelado.
Mons Navarra destacó la reacción de todos los católicos que, durante el proceso legistaltivo, «hemos ofrecido oraciones en público y en privado, al tiempo que nuestros actos de penitencia para que nuestra gente sea preservada de los malignos efectos de la cultura de la muerte». El Obispo señaló que los componentes de esta cultura abarcan el divorcio, la eutanasia, el aborto, el control natal y la redefinición del matrimonio. La aprobación de la ley de Salud Reproductiva «abrirá las compuertas» a todos estos males.
Según el prelado, la lucha no acaba en el final del debate legislativo. «Como Diócesis, continuemos con la oración y la penitencia, mientras seguimos haciendo campaña e informando a nuestra gente «a tiempo y a destiempo»», declaró Mons. Navarra, quien seguirá orando al «Señor y Dador de la Vida que salve nuestro país, que salve nuestros no nacidos de las garras de la cultura de la muerte».
Con infomación de Zenit.
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