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Lima (Viernes, 21-12-2012, Gaudium Press) «Hoy, miembros de las Fuerzas Armadas y Policiales, ustedes y sus familias, serán los destinatarios de mi entrega como sucesor de los apóstoles. No esperen a un súper hombre sino a un humilde servidor del Señor que pondrá lo mejor de sí para cumplir con lo que Dios y la Iglesia le han encomendado», dijo Monseñor Guillermo Abanto en la misa de Toma de Posesión Canónica como nuevo Obispo Castrense del Perú, celebrada en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe.
El prelado afirmó que asume esta nueva misión con gran ilusión y total disponibilidad para tratar de hacer la voluntad de Dios.
«Soy consciente de mi insuficiencia pero al mismo tiempo de la fuerza y el poder del Señor. Soy consciente que mi nueva misión solo puedo realizarla desde la experiencia y la convicción de haber puesto mi confianza en la misericordia del Señor que me llamó», dijo.
Dijo también que sus esfuerzos estarán enfocados en cuidar que la fe, la esperanza y la caridad se mantengan siempre vivas en las fuerzas armadas y policiales y en sus familias.
«La asistencia espiritual de los militares es algo que la Iglesia ha querido cuidar siempre con extraordinaria solicitud, según las diversas circunstancias; y esto porque constituyen un grupo social que por la naturaleza de su estado y por las condiciones peculiares de su vida necesitan una concreta y específica forma de asistencia espiritual», expresó.
Monseñor Abanto afirmó que cuando Cristo está presente en las casas de los miembros de las Fuerzas Armadas y Policiales, en los cuarteles o en cualquier otra dependencia de las entidades castrenses se ennoblecen sus sentimientos y actitudes.
«Cuando la fe se enraíza y se vive el Evangelio nuestras Fuerzas Armadas y Policiales pueden realizar mejor su misión de garantizar la soberanía e independencia de la Patria, de defender su integridad territorial y velar por el orden y la seguridad de los ciudadanos», señaló.
«Deseo dejar claro que en el más genuino espíritu cristiano no quiero ser servido sino servir. Quiero empeñar mis energías, capacidades y esfuerzos en anunciar a Jesucristo; en mostrar la belleza y alegría de la fe en consonancia con lo que propone el Santo Padre Benedicto XVI en este Año de la Fe. Si la fe es experiencia de un amor recibido deseo poner todos los medios a mi alcance para que todos los miembros de las fuerzas armadas y policiales puedan experimentar en sus vidas el amor gratuito, generoso y misericordioso del Señor», prosiguió.
Finalmente se encomendó a la Virgen de Guadalupe e imploró la protección maternal de María Santísima.
Monseñor Guillermo Abanto, desde el 2009, se desempeñó como Obispo Auxiliar de Lima.
Con informaciones de la Oficina de Comunicaciones del Arzobispado de Lima
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