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Oaxaca (Viernes, 21-12-2012, Gaudium Press) El Arzobispo de Antequera-Oaxaca, México, Mons. José Luis Chávez Botello, reflexionó esta semana sobre las «posadas», una práctica tradicional en los días de la novena de Navidad, entre 16 y 24 de diciembre, que revive de forma dramatizada la búsqueda de alojamiento por parte de María y José.
El prelado resaltó que esta tradición mexicana pasó a formar parte de la cultura popular, representando «una buena práctica, rica de enseñanzas, que debería ser reforzada, celebrada y pasada de generación en generación».
Para Mons. José Luis Chávez Botello, «las posadas son respiro y oxígeno para muchos individuos y para la sociedad, pues se demuestra que es posible tener contactos humanos de manera constructiva, vivir en paz y en tranquilidad con personas y familias diferentes, en los barrios y las comunidades».
Además ellas «nos enseñan a abrirnos a los otros, a compartir, a vivir y a alegrarnos juntos. Son una escuela práctica de valores fundamentales para la vida social y para una convivencia saludable».
El origen de las posadas
Según la Conferencia Episcopal de México, «las ‘posadas’ nacieron en los patios de los conventos con el objetivo de evangelizar.
El término ‘posadas’ indica un lugar con administración familiar. Las personas que asumen el papel de José y María, caminan pidiendo acogida en un clima de oración, con cantos y versos poéticos que los acompañan mientras golpean de puerta en puerta.
El rechazo de alguna acogida es compensada por la alegría compartida cuando una familia abre su casa, una señal que demuestra que, cuando se abren las puertas de la propia casa a Dios, los frutos de una vida saludable y feliz no tardan». (EPC)
Con informaciones de la Radio Vaticana.
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