Ciudad del Vaticano (Miércoles, 26-12-2012, Gaudium Press) En San Esteban «se verifica plenamente la promesa de Jesús relatada en el texto del Evangelio de que aquellos que acreditan y dan su testimonio en situaciones difíciles y de peligro no serán abandonados, pues el Espíritu de Dios les hablará (Mt 10, 20)», dijo el Santo Padre en el Ángelus de hoy miércoles, sobre el primer mártir cristiano.
En el saludo en francés, Benedicto XVI expresó sus votos para que «la intercesión de San Esteban, fiel al Señor hasta el fin, apoye a los cristianos perseguidos e incentive su oración. Que ellos puedan seguir ofreciendo su testimonio sin miedo y con coraje y determinación debido a su propia fe». En la fiesta de San Esteban hoy en el Vaticano no hubo la tradicional audiencia general para los fieles, sino el Ángelus en la Plaza de San Pedro.
Aspecto de la Plaza de San Pedro en la recitación del Ángelus hoy – Foto: Radio Vaticano |
Sobre el ejemplo de San Esteban, el Papa reiteró que dejarse atraer por Cristo significa «abrir la propia vida a la luz que la llama, la orienta, y la hace recorrer por el bien, el camino de una humanidad de acuerdo con el plan del Amor Divino». Para ello, el primer mártir cristiano es «un modelo para todos aquellos que quieren colocarse al servicio de la nueva evangelización, pues él nos muestra» -explica el Papa- que «la novedad del anuncio no consiste en el uso de métodos o técnicas originales, que pueden tener su utilidad, sino en estar henchidos del Espíritu Santo y dejarnos guiar por Él».
Benedicto XVI recordó que el anuncio de la Buena Nueva debe enraizarse «en la profundidad de la inmersión en el misterio de Cristo, en la asimilación de su palabra y de su presencia en la Eucaristía», lo que significa esencialmente que «el evangelizador se torna capaz de llevar a Cristo a los otros de manera eficiente solamente cuando vive en Cristo, cuando la novedad del Evangelio se manifiesta en su propia vida».
Al final de la oración, el Pontífice se dirigió a los fieles con saludos en varias lenguas. En español, el Santo Padre deseo que «el ejemplo de fidelidad al Evangelio por parte de este primer mártir ayude a los cristianos a vencer sus temores y sus inercias, para que puedan dar razones a las esperanzas de los necesitados, con coraje y sabiduría». En el saludo en portugués, el Papa deseó que «con viva adhesión a Cristo, como lo hizo San Esteban, ¡confiad en su poder, dejad actuar su gracia! De corazón os agradezco y os bendigo».
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