Ciudad del Vaticano (Viernes, 28-12-2012, Gaudium Press) En el día de Navidad, durante la bendición Urbi et Orbi, el Papa Benedicto XVI pidió por la paz. Él tenía en mente «el pueblo de Siria, profundamente herido y dividido por un conflicto que no salva ni siquiera a los inermes, tomando víctimas inocentes», a lo que agregó: «Una vez más hago un apelo para que cese el derramamiento de sangre, se facilite el auxilio a los refugiados y desplazados y se busque, a través del diálogo, una solución al conflicto».
En entrevista a la Radio Vaticana, el Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum, Card. Robert Sarah, quien recientemente visitó a los refugiados sirios en el Líbano, afirmó que la Iglesia no dejó de dar su contribución, sea material, sea espiritual.
Card. Sarah: «Visité grupos de refugiados en el valle de Bekaa en el mes pasado y ya en aquel período la situación era extremamente grave. Sus condiciones de vida eran precarias, sin agua, electricidad, servicios de salud y de higiene. A pesar de todo eso, quedé profundamente impresionado con la gran dignidad de aquellos hombres y mujeres, refugiados en un país extranjero, obligados a abandonar sus propias casas, su propio pueblo, enfrentando un viaje de centenas o millares de kilómetros. Pero después de mi visita, la situación empeoró todavía más, principalmente con la llegada del invierno».
A la pregunta «qué la Iglesia puede hacer, concretamente, en esa situación», el Cardenal respondió:
Card. Sarah: «La Iglesia continúa con sus acciones humanitarias a favor de las víctimas de ese conflicto a través de la actividad heroica y generosa de innúmeros organismos caritativos católicos. Pero estoy convencido de que la oración es fundamental, así como los apelos lanzados por el Papa a toda la comunidad internacional. En esta gran fiesta de Navidad, en nombre de millares de niños, mujeres y ancianos que mueren de hambre y de frío en Siria, pido a todos los gobiernos y a las instituciones con posibilidades financieras, que ofrezcan un apoyo generoso para salvar enteras poblaciones del desastre de la guerra. Así, por ocasión de la Navidad y en vista del año nuevo, la caridad de las obras dará una fuerza incomparable a la caridad de las palabras. ¡Buena Santa Navidad y feliz Año Nuevo a todos!»
Pontificio Consejo Cor Unum
El Pontificio Consejo Cor Unum «expresa la solicitud de la Iglesia católica hacia los necesitados para que se favorezca la fraternidad humana y se manifieste la Caridad de Cristo» (Constitución apostólica Pastor bonus, art. 145.)
Ese dicasterio tiene como uno de sus principales objetivos ser el ‘largo brazo’ del Papa cuando él desea emprender iniciativas humanitarias, en caso de calamidades como la de Siria, o de promoción humana integral en lugares que así lo requieran.
La labor caritativa de Cor Unum no es meramente filantrópica, sino que es un medio de «promover la catequesis de la caridad y estimular a los fieles a dar testimonio concreto de la caridad evangélica». (JS)
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