Ciudad de Ho Chi Minh (Viernes, 28-12-2012, Gaudium Press) La Federación de Conferencias de Obispos de Asia (FABC) culminó recientemente su décima Asamblea Plenaria llevada a cabo en Vietnam. Radio Vaticano divulgó el texto completo de su mensaje final, titulado «Evangelizadores renovados para la Nueva Evangelización en Asia», en el cual los prelados resumen en diez puntos su compromiso de misión en el continente.
Los Obispos de Asia enunciaron diez características de la Nueva Evangelización en el continente. |
Los Obispos celebraron los 40 años de la aprobación de los estatutos de la FABC y recordaron que constituyen «una comunidad de fa llamada por el Señor para una misión de evangelización en el mundo». También agradecieron a todos los laicos, religiosos, sacerdotes y Obispos que llevan a cabo la evangelización «incluso a riesgo de sus vidas» y expresaron su «comunión y solidaridad» con la Iglesia Católica en China. Los prelados lamentaron la ausencia de los representantes de dicho país por la presión oficial y se manifestaron «unidos con ellos en oración para que la paz, alegría y esperanza que Cristo bino a traer llegue a todos en ese gran país».
La Nueva Evangelización en Asia
El mensaje central de la declaración señala «los caminos de la misión» inspirados para la Iglesia en el tiempo presente. «Guiados por el Espíritu, leemos los signos de los tiempos, las tendencias sociales en Asia y nuestras propias realidades eclesiales (…) de forma que respondamos a ellos desde lo profundo de la fe». Para los Obispos, la principal prioridad, «en el núcleo de la Nueva Evangelización», es tener una experiencia más cercana de Cristo y atender el llamado «a ser testigos auténticos y creíbles de Jesús». Esto significa para los católicos ser «evangelizadores renovados», y para ello los prelados identificaron diez dimensiones prioritarias:
1. Encuentro personal con Jesucristo. Para poder evangelizar, «lo primero y principal» que se requiere es «una fe viva fundada en un encuentro personal, profundo y transformador con la persona viva de Jesucristo», afirmaron los Obispos. Sin una vida de fe verdadera, «nadie podrá tocar el alma de Asia». En este sentido, los prelados hicieron un llamado a la conversión personal y el discipulado.
2. Pasión por la misión. Los Obispos recordaron el ejemplo de los misioneros y mártires que pusieron su vida al servicio de Dios para extender la fe. «Ellos personifican la pasión por la misión en una forma que es imposible para los seres humanos, pero posible para Dios», aseguraron. Los representantes de la Iglesia en Asia motivaron a los católicos «arder en el fuego del amor de Cristo» y extender la verdad con entusiasmo. «Creemos firmemente que las aspiraciones de las gentes de Asia encuentran su cumplimiento final en Jesús, quien es Vida», señalaron.
3. Enfoque en el Reino de Dios. «La proclamación de Jesús afecta todos los aspectos de la vida y los estratos de la sociedad», afirmaron los Obispos. «Por esto, la espiritualidad del nuevo evangelizador no separa nuestro mundo del Reino de Dios». Según la Asamblea de la FABC, la misión de los evangelizadores es comprometerse a Jesús y su visión de una nueva humanidad configurada a Él.
4. Compromiso por la comunión. El espíritu de unidad de la Iglesia, que mantiene en comunión a los fieles con Cristo y a través de Él con el Padre y el Espíritu Santo, debe ser una de las características de la Nueva Evangelización , afirmaron los prelados. Por este motivo pidieron aplicar los lemas «comunión para la misión» y «misión para la comunión» que den un ejemplo de armonía en medio de las tensiones y conflictos de los diferentes lugares donde la Iglesia predica. «El clero y el laicado, hombres y mujeres, niños y jóvenes están llamados a ser evangelizadores, heraldos de la Palabra, hacedores de paz y constructores de comunión».
5 – 6. El diálogo y la humildad. En un continente en el cual los católicos son minoritarios, los Obispos invitan a los fieles a un espíritu de diálogo «más que uno de confrontación». Para ello, piden a los fieles llevar una «sensibilidad humilde» a todas las formas de ministerio y servicio. De forma similar, el sexto punto invita a los católicos a vivir de una manera contemplativa las situaciones en las cuales se requiere un testimonio «silencioso pero elocuente».
7 – 8. Evangelización profética y la solidaridad. La misión profética es «estar atentos a la luz del Espíritu Santo a las contradicciones de nuestro mundo», afirmaron los Obispos, «y denunciar los que reduzca, degrade y despoje a los Hijos de Dios de su dignidad». La misión de la Iglesia incluye denunciar la injusticia, como expresión del amor de Dios. En los desastres e injusticias, etre las que citaron los ataques terroristas fundamentalistas, los cristianos están llamados a atender solidariamente a las víctimas, expresando la compasión como una de las dimensiones de su espiritualidad.
9. Cuidado de la creación. Los Obispos reiteraron el papel de los cristianos en el cuidado y mantenimiento de la creación, sujeta a los abusos continuos. «El cuidado de la integridad de la creación, así como la justicia y la compasión» expresaron, hace parte de la espiritualidad cristiana.
10. Firmeza en la fe y martirio. Los prelados señalaron que desde el inicio de la extensión de la fe hasta la actualidad, el suelo de Asia ha sido regado con la sangre de los mártires. «Si hoy somos llamados a dar testimonio de nuestra fe con el supremo sacrificio, no vamos a retroceder», afirmaron los Obispos. La declaración recordó la advertencia de Jesús sobre la posibilidad del martirio, como signo de total fidelidad a Él y a su misión. «Que los mártires de nuestras tierras, muchos de los cuales celebramos en nuestros altares, nos inspiren con su ejemplo y nos fortalezcan con su intercesión».
Los Obispos reiteraron como conclusión la imperiosa necesidad de la Evangelización con un renovado ardor, para lo cual pidieron la colaboración de todos los miembros de la Iglesia. «Cada parroquia, cada comunidad, cada familia debería ser una escuela de esta espiritualidad», declararon. También reiteraron el compromiso de conversión profunda y comunión, expresadas en la práctica de la fe en la vida de cada católico. «El «pequeño rebaño» de Jesús no debe ser tímido ni temeroso entre los billones de Asia», expresaron los prelados. «Porque tenemos la singular fuente de la nuestra fe, Jesucristo mismo, el regalo único de Dios a la humanidad». El mensaje culmina en una invocación a la Santísima Virgen y la reiteración de la promesa de Cristo quien pidió a los discípulos no temer, pues «estoy con ustedes hasta el final de los tiempos».
Con información de Radio Vaticano.
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