El arzobispo Müller: corrigiéndose y purificándose recíprocamente, la razón y la fe se protegen de peligrosas patologías

Ciudad del Vaticano (Lunes, 14-01-2013, Gaudium Press) Las obras científicas del Papa tienen la intención de «insertar los conocimientos científicos de la teología en la imagen de una fe viva y experimentada». Así, «muestran al mundo de forma más clara la unidad que subsiste entre el magisterio episcopal y académico, la confirmación de la racionalidad de la fe y de la fecundidad pastoral de la ciencia», afirmó el viernes pasado, el arzobispo Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, durante la presentación de su libro, titulado: «Ampliar el horizonte de la razón. Para una lectura de Joseph Ratzinger – Benedicto XVI», editado por la Librería Editora del Vaticano (LEV). La presentación del libro ocurrió con ocasión de los «Viernes de Propaganda» promovidos por la editora.

Al inicio del discurso, Mons. Müller reforzó la invitación hecha por el Santo Padre, para que «se amplíe nuestro concepto de razón», pronunciado en 2006, en Ratisbona. La cuestión de la relación entre fe y ciencia es un tema muy importante para el Papa.

El propio Santo Padre, en reciente discurso al Cuerpo Diplomático destacó la importancia de la fe para la propia razón: «En realidad, sin una apertura transcendente, el hombre se torna presa fácil de un relativismo y después se torna difícil actuar de acuerdo con la justicia y empeñarse por la paz».

Además, Mons. Müller afirmó que Joseph Ratzinger como arzobispo de Munich y ahora como Santo Padre – Obispo de Roma, sabe encontrar el justo equilibrio entre unidad y distinción en la relación entre el deber de obispo y el de profesor. La característica que «emerge claramente de las tesis de Benedicto XVI» es que «el humanismo que excluye a Dios es humanismo deshumano».

El arzobispo testimonió la importancia del lenguaje teológico de Benedicto XVI que es simple y humilde, y gracias a esas características consigue alcanzar a los fieles.

Por tanto, somos todos llamados a «combatir en el mismo ámbito». El prefecto resaltó que se trata de una tarea también presente en la política, pues «sin la fe, no es fácil resolver los problemas», y se opuso a la tendencia de limitar la misión de la Iglesia Católica solamente a las obras de caridad, eliminándola del empeño por la verdad.