Xochimilco (Jueves, 17-01-2013, Gaudium Press) Se puede decir que la ciudad de Xochimilco, en México, es un pueblo bendecido por Dios. Por ya casi 450 años se mantiene una bella tradición que involucra a un Santo Niño Peregrino.
Se trata del «Santo Niño del Pueblo» o «Niñopa», como cariñosamente se le llama a una tierna imagen del Niño Dios de 51 centímetros de largo y 598 gramos, que cada 12 meses es acogida por una familia y comunidad de la ciudad mexicana.
La tradición es hoy una de las fiestas religiosas más importantes y que mayor número de fieles reúne en Xochimilco alrededor de la parroquia de San Bernardino de Siena, epicentro de una solemne ceremonia religiosa en la que se encomienda al Niño a un fiel y su familia, en lo que se conoce como «Mayordomía».
En la ocasión ocurre una gran manifestación de fervor popular que cada año gana peregrinos, no sólo de México, sino de otras partes del mundo. Los fieles salen a las calles, entonan cantos, encienden luces y elevan oraciones a Dios.
El cambio de «Mayordomía» ocurre cada año durante la celebración de la Fiesta de la Candelaria, evento que conmemora la Iglesia Católica cada 2 de febrero. Este año el privilegio de recibir al Niño en su hogar será para Norma Acosta Huerta, quien tuvo que esperar 33 años para poder recibir la tierna imagen, según mencionó el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) en una nota de prensa.
Sobre lo que significa este acontecimiento, Costa Huerta expuso a SIAME: «Lo estamos esperando con mucho gusto y cariño, queremos darle lo mejor posible dentro de nuestras posibilidades, le acondicionamos un cuarto pequeño con su cunita, su roperito, algunos juguetes».
Una adecuación del hogar que es signo de la preparación espiritual para las múltiples gracias que otorga a las familias el Santo Niño Peregrino.
Con información de SIAME.
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