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Roma (Lunes, 21-01-2013, Gaudium Press) Habiendo trascurrido alrededor de cien días de la apertura del Año de la Fe, proclamado por el Santo Padre Benedicto XVI el 11 de octubre de 2012, Mons. Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, presentó en entrevista al «L’Osservatore Romano» las indulgencias concedidas a los fieles durante este periodo de gracia.
«Podrán recibir la indulgencia plenaria, aplicable también en sufragio a las almas difuntas, todos los fieles verdaderamente arrepentidos, debidamente confesados, que hayan comulgado sacramentalmente y que recen según las intenciones del Sumo Pontífice, en cuatro formas», explicó Mons. Fisichella.
«Antes que nada, participando de por los menos tres momentos de predicación durante las misiones populares, o de tres lecciones sobre las actas del Concilio Vaticano II y sobre los artículos del Catecismo de la Iglesia Católica, en cualquier Iglesia o lugar idóneo».
La segunda modalidad se puede concretizar en una peregrinación a una basílica, catacumba, catedral o lugar sagrado indicado por el ordinario del mismo lugar (normalmente basílicas menores y santuarios dedicados a Nuestra Señora, a los apóstoles y los santos patronos), y rezando un Padre Nuestro, la profesión de la fe (Credo), las invocaciones a Nuestra Señora y a los Santos Apóstoles o patronos.
Una tercera modalidad para recibir la indulgencia plenaria, en los días que determine el ordinario del lugar (por ejemplo en la Solemnidad del Señor, de la Bienaventurada Virgen María, en las Fiestas de los Santos Apóstoles, en la fiesta de la Cátedra de San Pedro), es la de participar en una solemne celebración o en la Liturgia de las Horas, agregando la profesión de la Fe.
Finalmente, también se puede obtener la indulgencia renovando las promesas bautismales en un día escogido libremente para visitar el lugar donde se recibió el sacramento. (EPC)
Con informaciones del Vatican Insider.
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