Madrid (Miércoles, 23-01-2013, Gaudium Press) Una notoria controversia se ha suscitado en España ante la posibilidad de cierre de los oratorios de las facultades de la Universidad Complutense de Madrid. La situación, calificada por varios grupos ciudadanos como una amenaza a la libertad religiosa de estudiantes y docentes motivó el envío de más de 38 mil solicitudes al rector de la Universidad, José Carrillo, quien debió aclarar con prontitud que se respetarán los lugares de culto.
Cientos de fieles, en su mayoría estudiantes, durante una Eucaristía de desagravio en 2011, motivada por los actos sacrílegos de laicistas radicales que exigían el retiro de las capillas de la Universidad Complutense. |
La Universidad, fundada por la Iglesia Católica en 1499 y actualmente de propiedad estatal anunció recientemente la revisión de los acuerdos que sostiene con el Arzobispado de Madrid, tarea encargada a un decano reconocido por sus posturas radicalmente secularistas y abiertamente anti católicas. Según denunció la plataforma MásLibres.org, la intención del decano delegado para la tarea era la de suprimir los oratorios ubicados en las diferentes facultades, lo que motivó el multitudinario movimiento de rechazo a la iniciativa.
Entre los elementos más llamativos de la denuncia, basada en informes de fuentes relacionadas al proceso contactadas por el informativo La Gaceta, se encuentra el hecho de que los oratorios no representan ningún gasto a la Universidad. Los lugares de culto son sostenidos por el Arzobispado a través de las capellanías correspondientes. La Universidad tiene antecedentes de manifestaciones discriminatorias y actos profanatorios como los sucedidos en 2011, cuando grupos de estudiantes radicales se manifestaron pidiendo el retiro de las capillas e ingresaron a una de las ellas, irrespetando de diversas formas el carácter sagrado del recinto.
El rector reconoció que el decano Luis Enrique Otero sí buscará en la revisión del acuerdo el traslado de la capilla de la Facultad de Geografía e Historia, aunque agregó que se trata de «un asunto muy puntual», basado en «razones académicas y razonables». La nueva ubicación propuesta, en un salón mucho menor al actual, fue calificada por el Arzobispado como un «grave e irreparable perjuicio a los cristianos de esa facultad», además de señalar que para destinar el lugar actual a otros usos deben cumplirse condiciones y procedimientos de desacralización que deben ser realizados por parte de la autoridad competente, el Arzobispo Cardenal Antonio María Rouco.
El rector explicó finalmente que la revisión del acuerdo debe hacerse por cumplirse diez años de su última ratificación y clarificó que «no se va a hablar del convenio», lo cual aseguraría la permanencia de los oratorios, postura que busca aplacar la multitudinaria respuesta ciudadana. Según informó el diario El País, el correo del Rectorado se encontraba colapsado por la gran cantidad de mensajes, promovidos a través de la plataforma Hazte Oir. Al revisar los contenidos del acuerdo previo, los periodistas también encontraron varios incumplimientos por parte de la universidad con respecto a tres oratorios que nunca fueron acondicionados y el sostenimiento de los existentes, que debería estar a cargo de la institución educativa.
Con información de MásLibres.org, HazteOír.org, Europa Press y Diario El País.
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