Madrid (Miércoles, 23-01-2013, Gaudium Press) En entrevista telefónica al diario español «Correo», la Hermana Teresita, una religiosa cisterciense de 105 años, declaró que se siente muy feliz por sus 86 años en la clausura.
La religiosa vive en el Monasterio de Buenafuente, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, y advirtió que «la vocación es una cosa muy grande y la perseverancia no es menos». Entretanto, lamentó el hecho de que muchas veces «la vida de confort prevalece sobre el ‘llamado’ «.
La entrada de la Hermana Teresita al monasterio fue a los 19 años, según ella misma cuenta, fue delante de la «Virgen Blanca» que ella pidió la vocación, dejando atrás tres novios. «Ni si me hubiese casado con un príncipe, no sería más feliz de lo que soy ahora».
La Hermana Teresita siempre deseó «la clausura y no una comunidad de vida activa». Según ella, antiguamente todo era muy austero, «cambiábamos el hábito una vez al mes y la plancha era un pequeño lujo, no como ahora».
Desde que entró al convento de clausura, solo salió de allá dos únicas veces. La primera durante la guerra civil, para acompañar a sus hermanas al médico, y en agosto de 2011, para saludar personalmente al Santo Padre Benedicto XVI, cuando el mismo estuvo en España por ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Todos los días la religiosa se despierta a las 5:00 horas de la mañana y se recoge a las 22:00 horas de la noche, siguiendo un estilo de vida basado en la regla benedictina «Ora et Labora», reza y trabaja. (EPC)
Con informaciones de ACI Digital.
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