Roma – Washington (Jueves, 24-01-2013, Gaudium Press) Monseñor Ignacio Carrasco de Paula, Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, expresó el respaldo que la Iglesia Católica ofrece a las manifestaciones en favor del respeto a la santidad de la vida humana en Estados Unidos con motivo de los 40 años de la legalización del aborto en el país. «Estas Marchas por la Vida que tienen lugar a lo largo de Estados Unidos son muy importantes, no sólo para el país, sino para todo el mundo», expresó el prelado. La principal manifestación, la Marcha por la Vida de Washington, se llevará a cabo el próximo 25 enero y espera convocar cientos de miles de participantes.
Mons. Ignacio Carrasco expresó el apoyo de la Santa Sede a las manifestaciones en favor del respeto a la vida humana desde la concepción. |
El Obispo destacó que estos eventos constituyen «una referencia histórica muy importante para todos los países católicos», ya que se realizan «en favor de la vida humana sin límite alguno, desde la concepción hasta su final». El Presidente de la Pontificia Academia comentó también que la Santa Sede apoya estas marchas, «porque los participantes son la Iglesia misma».
Mons. Carrasco de Paula explicó que la Iglesia condena el aborto por estar totalmente opuesto a los mandatos de Dios y tener un impacto profundamente negativo en las madres. «El aborto no ayuda a las mujeres que necesitan apoyo y se convierte en una fuente de sufrimiento interior», denunció el Obispo. La Pontificia Academia para la Vida ha investigado los traumas que sufren muchas mujeres a causa del aborto, entre las cuales el prelado destacó la ansiedad, la neurosis y la depresión, y el grave riesgo a padecer desórdenes psicóticos. Mons. Carrasco aseguró que Dios desea la felicidad de las madres «y lo que hace el aborto es simplemente lo opuesto».
Oración y Acción
Vigilia Nacional por la Vida en Washington, 2008. |
La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) realiza en torno a la Marcha por la Vida un conjunto de iniciativas de oración, acción y reflexión a nivel nacional durante nueve días, que comenzaron el pasado 19 de enero. Si bien la manifestación tiene un carácter ciudadano, los prelados se unen a través de la pastoral de los cientos de miles de católicos participantes. Una Vigilia de Oración Nacional precederá el evento en el Santuario de la Inmaculada Concepción en Washington y concluirá con una solemne Eucaristía justo antes de dar comienzo a la Marcha.
«La Iglesia hace lo que es fundamental a todos nuestros esfuerzos provida: reunirnos a orar por el fin del aborto y un mayor respeto por la vida», explicó Mary McClusky, encargada especial por el Secretariado de Actividades Pro Vida de la USCCB. Según la coordinadora, se esperan unas 12 mil o 13 mil fieles en la Vigilia, en su mayoría jóvenes, quienes se unen a la oración de los Obispos. «Usualmente están presentes cuatro o cinco Cardenales, docenas de Obispos y cientos de sacerdotes y seminaristas», afirmó.
Durante el evento central de la Marcha por la Vida en la séptima avenida de Washington, el Cardenal Sean Patrick O’Malley, Secretario del Comité de Actividades Pro Vida de la USCCB, se dirigirá a los participantes en representación de la Iglesia Católica.
Con información de Agencia Zenit y National Catholic Register.
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