Menú 
Washington (Viernes, 25-01-2013, Gaudium Press) Con el título de «God’s gift of Forgiveness» (El Don de Dios del Perdón), los Obispos de Estados Unidos publicaron una declaración especial sobre el sacramento de la Penitencia e invitaron a los fieles, especialmente los más alejados, a aprovechar la oportunidad para reencontrarse con Dios, fuente de la paz. «¡Vengan al Señor y experimenten la gracia extraordinaria de su perdón!», exhortaron los prelados.
 |
| La figura del Padre Misericordioso, retratado en la parábola de Cristo, ilustra el mensaje de los Obispos. |
Con un tono de paternal acogida, los Obispos recordaron el pasaje bíblico en el cual Jesús instituyó el sacramento de la Penitencia, al otorgar a sus discípulos el poder de perdonar los pecados. «¡Qué extraordinario don!», destacaron los prelados. «El Señor Resucitado proclamó que todo el sufrimiento que soportó fue para hacer disponibles los regalos de la salvación y el perdón». Jesucristo dio esta potestad a su Iglesia para que sus discípulos fueran «apóstoles de su perdón para los otros».
«En el Sacramento de la Penitencia y la Reconciliación, también llamado confesión», explicaron, «nos encontramos con el Señor, quien quiere darnos el perdón y la gracia de vivir una vida renovada en Él». Los Obispos destacaron que el sacramento habilita a los fieles para poder recibir a Cristo en la Eucaristía, «libres de pecado grave, y con fe viva, sincera esperanza y amor sacrificial».
La declaración recuerda que la Iglesia tiene en gran estima el sacramento: «La Iglesia considera la confesión tan importante que requiere que cada católico acuda a ella al menos una vez al año». Los prelados también motivaron a los fieles a confesarse frecuentemente para estar cada vez más cerca de Cristo y de la Iglesia. «Por la gracia del Espíritu Santo, buscamos el perdón y el arrepentimiento, dejamos los patrones de pecado, crecemos en la vida de virtud, y damos testimonio de alegre conversión». Estos beneficios del sacramento son justamente los pretendidos por la Nueva Evangelización, aseguraron los Obispos, lo que hizo declarar al Santo Padre Benedicto XVI que «la Nueva Evangelización… ¡comienza en el confesonario!».
La Iglesia manifestó su voluntad de acompañar a quienes se han alejado de la confesión para facilitar su retorno y derribar las falsas expectativas negativas que puedan existir. «Nosotros los Obispos y sacerdotes estamos dispuestos a ayudarle si experimenta dificultad, duda, o incertidumbre sobre acercarse al Señor en este sacramento». A quienes llevan mucho tiempo sin confesarse, los Obispos recordaron que ellos mismos necesitan el sacramento, y lo ofrecen a los fieles desde su propia identidad de «pecadores perdonados que buscan servir en nombre de Dios».
«Durante la Cuaresma – además de los varios servicios penitenciales durante los cuales la confesión individual tiene lugar – nosotros los obispos y sacerdotes nos haremos disponibles con frecuencia para la celebración individual de este sacramento», prometieron los prelados, como un ofrecimiento final a los fieles. «Oramos para que, a través de la labor del Espíritu Santo, todos los católicos – clero y laicado – responderán al llamado de la Nueva Evangelización en el sacramento de la Penitencia y la Reconciliación».
Con información de USCCB.
Deje su Comentario