La Asamblea Plenaria de los Obipos peruanos se desarrolló del 21 al 25 de enero / Foto: CEP |
Lima (Lunes, 04-02-2013, Gaudium Press) Los Obispos del Perú, tras reunirse en Asamblea Plenaria del Episcopado -evento celebrado del 21 al 25 de enero pasado-, han llamado a los fieles a «redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe».
A través del mensaje, titulado «Perú: vive tu fe», los prelados han querido dirigir a los files algunas orientaciones con ocasión del Año de la Fe, convocado por el Santo Padre Benedicto XVI y que se desarrolla desde el pasado 11 de octubre, hasta noviembre de este 2013.
Algunos momentos de la Asamblea Plenaria de los Obispos Peruanos / Fotos: CEP |
En dicho mensaje los obispos peruanos recuerdan que proclamar la fe en Jesucristo es hoy «algo tan urgente, como necesario», en vista de los desafíos que se enfrentan actualmente, y «porque estamos inmersos en una crisis de fe que no sólo dificulta la solución de los problemas humanos sino que los agrava».
Lamentan, además, que esa crisis de fe, haya llevado a muchos a «prescindir de Dios y de su manifestación en Jesucristo», por lo que -haciendo eco de la invitación del Santo Padre en la Carta Apostólica «Porta Fidei»- llaman a los fieles, así como a personas de buena voluntad, a ver en la propuesta del Año de la Fe «una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo; un tiempo de gracia espiritual que el Señor nos ofrece para rememorar el don preciosos de la fe, que es decidirse a estar con el Señor para vivir con Él».
En este sentido, los Obispos peruanos agregan: «Sin fe se está solo, sin Dios. Y sin Dios, el hombre pierde la verdad sobre sí mismo, sobre su real dignidad, vocación y misión (…) ¡Pobre del individuo y de la sociedad que prescinden de Dios, pues están demoliendo sus cimientos y, sin cimientos una casa se hunde!».
Continuando con esta idea dicen, además, que «una sociedad que legisle, gobierne, juzgue, eduque y actúe de acuerdo a la voluntad del Creador sobre la creatura -el mundo y la humanidad- a la que Él da vida, es una sociedad con cimientos indestructibles: progresarán en ella todos sus miembros, y multiplicarán sus posibilidades por la fuerza de la solidaridad en la que se reconocen y con la que interactúan, fruto y reflejo del Creador y Dador de la vida, que es comunidad de Tres en la unidad de su recíproco amor».
Concluyen señalando que «la fe se agranda cuando se comparte» y recordando que «a todos nos llama el Señor a trabajar en su viña para que nadie pase hambre ni sed, para que nadie se pierda lejos de su Casa, sin Él».
Con información de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP).
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