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La Catedral de Notre Dame en París recupera el sonido que sus campanas tuvieron en la Edad Media

París (Lunes, 04-02–2013, Gaudium Press) Con motivo del aniversario 850 del inicio de la construcción de la Catedral de Notre Dame de París, Francia, nueve de sus campanas serán reemplazadas por réplicas fieles a la armonía original presente antes de 1791. El monumental proyecto llegó a su recta final con la llegada de las campanas de bronce a la Catedral, donde fueron recibidas y bendecidas por el Cardenal André Ving-Troits, Arzobispo de París, en una ceremonia especial el pasado 02 de febrero. De esta forma, París volverá a escuchar el tañido que inundó los aires de la ciudad antes de la Revolución Francesa.

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Las campanas, dispuestas para su bendición y exhibición pública. Foto: Groume.

Las campanas son exhibidas actualmente en la nave de la Catedral, «para que todos puedan admirar y apropiarse de esta herencia compartida, antes de ser instaladas en las torres», según informó la presentación oficial del evento. Su melodioso sonido se escuchará por primera vez el próximo sábado 23 de marzo, víspera de la solemnidad de Domingo de Ramos.

Las campanas comunican el mensaje de Dios

La bendición de las nueve campanas fue realizada por el Arzobispo en compañía de los niños que asisten al catecismo en las parroquias de la ciudad. La liturgia correspondió a la Presentación del Señor, y el Card. Ving-Troits relacionó esta manifestación de Cristo con las formas actuales en que podemos conocerlo. «Ir al catecismo», explicó el Cardenal a los niños, «es aprender a descubrir la luz que Dios nos envía a través de las palabras y acciones de Cristo».

El Arzobispo explicó que los templos son señales que recuerdan la luz de Jesús. «La voz de Dios debe escucharse, no sólo viendo las señales, sino por el sonido», afirmó. Sobre las campanas, «que acabamos de bendecir», explicó que tienen la misión de difundir «no sólo el sonido del metal, sino una armonía, una música, una llamada, un mensaje». Este llamado de las campanas «es el mensaje de Dios que llega a nuestro corazón, para despertar en nuestra mente la presencia de la luz para dirigir nuestras vidas».

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Marie, exhibida en la nave de la Catedral de Notre Dame. Foto: Groume.

«Hoy tenemos el placer de bendecir estas campanas serán la voz de Dios para el pueblo de París, ¡lo sepan o no!», continuó el Cardenal. «Se oye una voz que habla al corazón, una voz más pura, más bella que el ruido de la ciudad, una voz que les dará esperanza. No han venido a la tierra para perderse en la noche, vagando como ovejas perdidas que no tienen pastor». El tañido de las campanas, concluyó el Arzobispo, invita a la conversión de hombres y mujeres para hacerlos amigos y discípulos de Cristo al servicio de todos.

El proyecto de renovación de las campanas

Las campanas de la Catedral de Notre Dame fueron testigos de su crecimiento y desarrollo. Su sonido comenzó a acompañar su apostolado desde el siglo XII, mucho antes de que concluyera su construcción, que tardó más de 90 años. En el paso de los años el número de campanas se incrementó llegando a tener en su esplendor ocho campanas en la Torre Norte y dos grandes campanas, o bourdouns, en la Torre Sur, además de otras diez campanas en otras ubicaciones.

Durante la Revolución Francesa, la Catedral fue víctima de saqueos que incluyeron, en 1791 y 1792, el despojo de las campanas. Éstas fueron rotas y fundidas, siendo preservada únicamente la mayor de ellas, Emmanuel, reinstalada en la Torre Sur en 1802. En 1856 y 1867 se instalaron cuatro y seis campanas nuevas, respectivamente, pero la calidad del metal empleado no fue la misma de las originales.

En años recientes se hizo especialmente evidente el contraste entre Emmmanuel, que continúa siendo uno de los mejores ejemplares de este tipo de campanas en Europa, y las fabricadas en el siglo XIX. Por este motivo se diseñó un proyecto de reemplazo de las campanas para recuperar la calidad musical y el rol litúrgico que desempeñaban y que está documentado detalladamente en los archivos de la Catedral.

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Elaboración del molde interno de Gabriel. Foto: Catedral de Notre Dame.

La elaboración de ocho campanas para la Torre Norte fue encargada a la Fundidora de Campanas Cornille-Havard, en Normandía, y la fundición de un segundo bourdoun para asistir y conservar a Emmanuel fue asignada a la casa Royal Eijbouts en Holanda. «Fabricar una campana requiere un proceso extremadamente preciso para obtener las características musicales deseadas», explica la presentación del proyecto. «Las decoraciones se inscriben en relieve en un molde en el cual luego se vierte metal fundido. El molde se retira, dejando como resultado la forma de la campana». La totalidad del proyecto costó aproximadamente dos millones de euros, financiados a través de donaciones.

Los nombres de las campanas fueron especialmente seleccionados para destacar devociones y personajes íntimamente relacionados a la Catedral. La campana mayor se llama Marie, en honor a la Santísima Virgen y con el mismo nombre de su antecesora, elaborada en 1378. Las campanas restantes son Gabriel (por el arcángel y la mayor de las antiguas campanas de la Torre Norte), Anne Genevieve (Por Santa Ana, madre de la Virgen María y Santa Genoveva, Patrona de París), Denis (Por San Dionisio, primer Obispo de París y santo Patrono de la diócesis), Marcel (Por el santo Obispo de París en el siglo IV), Étienne (por San Esteban, protomártir, a quien se dedicaba la Catedral anterior sobre la cual se construyó Notre Dame), Benoît-Joseph (En honor a Benedicto XVI, Joseph Ratzinger), Maurice (Por el Obispo Maurice de Sully, quien comenzó la construcción de la Catedral en 1163) y Jean Marie (Nombre del Cardenal y anterior Arzobispo de París de 1981 a 2005).

El acontecimiento de la renovación de las campanas de la Catedral tiene un simbolismo notable en una Iglesia comprometida por la Nueva Evangelización, que significa el retorno a la fe de quienes se habían alejado y la recuperación de las raíces cristianas de las naciones católicas. «Es un asombroso retorno a la historia», comentó a los medios el Rector de la Catedral, Mons. Patrick Jacquin, «y al mismo tiempo un extraordinario salto hacia delante, porque significa que estas campanas van a resistir por los siglos venideros».

Una reconstrucción digital del sonido original de las campanas – y cómo deberían sonar desde el próximo 23 de marzo – puede escucharse a través de este enlace.

Con información de UCA News, Diócesis de París y Catedral de Notre Dame.

Gaudium Press / Miguel Farias.

 

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