Ciudad de México (Jueves, 07-02-2013, Gaudium Press) Con la bendición del agua de la histórica pila bautismal en la que fue bautizado el primer mártir mexicano, San Felipe de Jesús, transcurrió la festividad del santo en la Catedral Metropolitana de Ciudad de México el pasado martes 5 de febrero.
Reliquias de San Felipe de Jesús |
Como ya es tradición, durante una ceremonia religiosa, el agua bendita fue repartida entre las centenas de fieles que allí se hicieron presentes para homenajear al santo, quien es también el Patrono de la Juventud Mexicana y de la Arquidiócesis de México.
En la ocasión también es costumbre bendecir higos en memoria a una leyenda de una higuera seca situada en la casa paterna del santo, de la que se dice sólo florecería cuando Felipe se hiciese santo.
Justamente, con motivo de los 150 años de la canonización del santo mexicano, celebrados el pasado 2012, la Arquidiócesis de México viene realizando una peregrinación con las reliquias del mártir, ocasión que también ha servido para promover la Misión Juvenil que se desarrolla en la jurisdicción eclesial durante este 2013 y que fue convocada por el Cardenal Norberto Rivera, Arzobispo de México, para conmemorar -en unión con el Año de la Fe- al Patrono de los Jóvenes y preparar camino a la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro.
San Felipe de Jesús, junto con otros religiosos, fue martirizado en Japón sin ser aún sacerdote.
Con información de Siame.
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