Sevilla (Lunes, 18-02-2013, Gaudium Press) Una mayor participación de los católicos formados y practicantes en la vida pública fue propuesta por el Arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo, como una renovación de la práctica política. Sus palabras en la sesión inaugural de las IV Jornadas Católicos y Vida Pública el pasado 15 de febrero, se inspiraron en el tema del encuentro: «El compromiso del cristiano en la sociedad».
Mons. Juan José Asenjo, Arzobispo de Sevilla. |
Mons. Asenjo pidió más fieles católicos «con inclinaciones y vocación de servicio público que se impliquen en el mundo de la política para dignificarla y mostrar la nobleza de esta opción de servicio al bien común». La condición señalada por el prelado para cumplir esta misión es que se trate de «hombres y mujeres confesantes, de fe honda y de una vida espiritual recia y profunda».
Estas personas, que deben contar con una preparación intelectual apropiada para las funciones públicas, ayudarían «a superar el relativismo ético y a recuperar la noción de ley natural, hoy barrida de la conciencia social», además de reflexionar sobre los valores fundamentales de la sociedad para aportar soluciones en medio de la crisis.
Durante su conferencia, el Arzobispo alertó sobre la implementación de una corriente cultural contraria a la fe, que se manifiesta especialmente en los «creadores de opinión de tendencia laicista que tratan lo religioso con manifiesta hostilidad». El fruto de este cambio es la propagación de lo que Mons. Asenjo describe como «la infravaloración de la religión y el menosprecio de los creyentes».
«La religión es considerada como un vestigio del pasado, algo incompatible con la modernidad, sin base racional, sin utilidad práctica», denunció el prelado. De esta forma se difama la religión como «algo infundado y pernicioso, como una actitud humana precientífica, incompatible con la ciencia y enemiga de la felicidad humana». La hostilidad creciente lleva incluso a acusar a la fe como un supuesto «peligro» para las libertades individuales o incluso para la democracia.
El prelado invitó a los fieles católicos a anteponer su testimonio de vida a estos ataques y recuperar el espacio de la fe en todas las dimensiones de la vida individual y la sociedad.
Con información de la Arquidiócesis de Sevilla.
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