Benedicto XVI cumplió la voluntad de Dios, afirma Cardenal Cañizares

Madrid (Lunes, 18-02-2013, Gaudium Press) El Cardenal Antonio Cañizares Llovera, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, afirmó que el Papa Benedicto XVI, a lo largo de su Pontificado cumplió la voluntad de Dios, en quien confía porque sabe que Él «es quien conduce la Iglesia en esa hora de nuestra historia».

Las palabras del Cardenal están reproducidas en artículo publicado en el diario español «La Razón». Para él, «Benedicto XVI, como hombre de Dios, en la coherencia que lo caracteriza, (…) al renunciar no huye de los peligros del momento presente, por serios y graves que sean. Él no es de los pastores que huyen en el peligro, (…) siempre permaneció firme y enfrentó las situaciones difíciles».

Para el Purpurado, la decisión de renunciar Benedicto XVI la tomó «‘después de haber examinado delante de Dios reiteradamente su consciencia’ y llegar a la certeza de que no tenía fuerzas para seguir desempeñando el ministerio de Pedro».

«¡Qué humildad, libertad, valentía, coherencia, sentido de responsabilidad y de servicio, que amor a la Iglesia y a los hombres, que confianza en Dios y que Fe tan grande la de este Papa! Nos emociona», dijo el Cardenal Cañizares.

El Cardenal que ejerce cargo en la Santa Sede recuerda que, al inicio de su pontificado, Benedicto XVI se definió como un «simple, humilde trabajador de la viña del Señor». Habiendo, por tanto, expresa el purpurado, cumplido su programa de hacer la voluntad de Dios, pues, «es lo que él hizo siempre, en estos años de pontificado, y es lo que acaba de hacer, cuando llega al final del mismo, con total libertad: buscando la voluntad de Dios, poniéndose en la escucha de la voluntad divina (…). Mostró inmensa confianza en el Señor, que es quien conduce la Iglesia en esta hora de nuestra historia».

El Cardenal encierra su artículo con una exhortación a la oración. Dijo él que los católicos, con la misma confianza que Benedicto XVI mostró en este Año de la Fe, confiemos la Iglesia a Dios, la «coloquemos en sus manos y pidamos que la ayude, que la ilumine, que le conceda el Pastor universal, conforme su corazón, que la conduzca en esta encrucijada de la historia en la cual Dios, sin duda, actúa. Pidamos por el Papa y estemos unidos en la oración del Papa». (JS)