Redacción (Martes, 19-02-2013, Gaudium Press) Entre los múltiples mensajes pronunciados por el Papa Benedicto XVI durante su pontificado, la defensa de la vida fue un tema recurrente. No fueron pocas las ocasiones en las que el Sumo Pontífice abordó este aspecto y exhortó enfáticamente a los católicos a preservar la dignidad y la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. A pocos días de la renuncia del Papa, hacemos un recuento de sus mensajes en esta materia.
Su más reciente llamado lo hizo a través de su cuenta en Twitter el pasado mes de enero en la que manifestó su apoyo y cercanía con las iniciativas ciudadanas en defensa de la vida, especialmente la Marcha por la Vida realizada en los Estados Unidos. En la ocasión, el Pontífice dijo: «Me uno a todos los que se manifiestan por la vida y ruego para que los políticos protejan al no nacido y promuevan la cultura de la vida».
Años atrás, en el 2007, al recibir en audiencia a los participantes de la asamblea general de la Academia pontificia para la Vida, celebrada el 24 de febrero de ese año, el Santo Padre también abordó el tema haciendo referencia a la conciencia cristiana: «la conciencia cristiana tiene necesidad interna de alimentarse y fortalecerse con las múltiples y profundas motivaciones que militan en favor del derecho a la vida. Es un derecho que debe ser reconocido por todos, porque es el derecho fundamental con respecto a los demás derechos humanos».
Sobre lo cual, continuó: «Lo afirma con fuerza la encíclica ‘Evangelium vitae’: ‘Todo hombre abierto sinceramente a la verdad y al bien, aun entre dificultades e incertidumbres, con la luz de la razón y no sin el influjo secreto de la gracia, puede llegar a descubrir en la ley natural escrita en su corazón el valor sagrado de la vida humana desde su inicio hasta su término, y afirmar el derecho de cada ser humano a ver respetado totalmente este bien primario suyo. En el reconocimiento de este derecho se fundamenta la convivencia humana y la misma comunidad política'».
En otra de las asambleas generales de la Pontificia Academia para la Vida, que tuvo lugar el 13 de febrero de 2011 y que abordó el tema de la «Bioética y la Ley Natural», Benedicto XVI también señaló: «El reconocimiento de la dignidad humana, de hecho, en cuanto derecho inalienable, encuentra su fundamento primero en esa ley no escrita por mano de hombre, sino inscrita por Dios Creador en el corazón del hombre, que todo ordenamiento jurídico está llamado a reconocer como inviolable y cada persona debe respetar y promover».
De otra parte, en Noviembre de 2010, durante su visita a Barcelona durante la celebración Eucarística que presidió en la Basílica de la Sagrada Familia, el Papa igualmente habló sobre la necesidad de defender la vida de los hijos «como un don sagrado e inviolable desde el momento de su concepción», y recordó que la «Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana».
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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