Ciudad del Vaticano (Viernes, 01-03-2013, Gaudium Press) «Hoy, queremos una vez más expresarle toda nuestra gratitud». Así se expresó con emoción el Decano del Colegio Cardenalicio, Cardenal Angelo Sodano, al saludar al Papa Benedicto XVI en la Sala Clementina, ayer en el Vaticano, en la última reunión del Pontífice emérito con el conjunto de Cardenales. Así, en nombre de los Cardenales presentes en Roma, él resumía los sentimientos de todos ellos.
El purpurado afirmó delante del Papa: «Con gran trepidación, los Padres Cardenales se unen a su alrededor, Santidad, para manifestarle una vez más su profundo afecto y expresarle viva gratitud por su testimonio de abnegado servicio apostólico, por el bien de la Iglesia de Cristo y de toda la humanidad».
El Cardenal recordó las palabras del Pontífice el sábado pasado, al final de los Ejercicios Espirituales, agradeciendo a todos por esos casi ocho años, durante los cuales sus colaboradores llevaron con competencia, afecto, amor y fe el peso que les correspondía del ministerio petrino. Mons. Sodano afirmó que es el Colegio que debe agradecer por el ejemplo que el Papa dio en todo este período:
«El 19 de abril de 2005, Su Santidad se insertó en la larga cadena de Sucesores del Apóstol Pedro y hoy, 28 de febrero de 2013, está listo para dejarnos, a la espera que el timón de la barca de Pedro pase a otras manos. Así, seguirá la sucesión apostólica, que el Señor prometió a su Santa Iglesia, hasta cuando se oiga sobre la tierra la voz del Ángel del Apocalipsis que proclamará ‘Ya no habrá más tiempo… entonces el misterio de Dios estará consumado’. Terminará así la historia de la Iglesia, con la historia del mundo, con el adviento de nuevos cielos y tierra nueva».
Mons. Sodano, decano del Colegio Cardenalicio afirmó que, «con profundo amor», los cardenales intentaron acompañarlo en su camino, reviviendo la experiencia de los discípulos de Emaús, los cuales, después de caminar con Jesús, dijeron uno al otro: ‘¿No ardía nuestro corazón cuando él nos hablaba por el camino?’.
El Cardenal concluyó, diciendo: «Sí, Padre Santo, sepa que nuestro corazón también ardía mientras caminábamos juntos en estos últimos ocho años. Hoy, queremos una vez más expresarle toda nuestra gratitud. En coro, repetimos una expresión típica de su querida tierra natal: ‘Vergelt’s Gott’, ¡Dios le pague!». (JS)
Con informaciones de la Radio Vaticana.
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