sábado, 23 de noviembre de 2024
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Diócesis de Erexim, Brasil,conmemora el jubileo de plata episcopal de Mons. Jerónimo Zanandrea

Erexim (Martes, 12-03-2013, Gaudium Press) El pasado viernes, día 08 de marzo, Mons. Jerónimo Zanandrea, Obispo emérito de Erexim, en el Estado de Río Grande del Sur, Brasil, festejó su jubileo de plata episcopal en la Catedral San José. Estuvieron presentes en la ceremonia cinco Obispos, más de 30 padres, un diácono permanente, seminaristas, religiosas y un expresivo número de fieles de la comunidad.

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El inicio de la celebración fue marcado por la presentación, hecha por el Obispo diocesano, Mons. José Gislon, de todos los Obispos que participaron del momento festivo: Mons. Antônio Carlos Altieri, Arzobispo de Passo Fundo; Mons. Urbano Allgayer, Obispo emérito de Passo Fundo; Mons. Aloísio Sinésio Bohn, Obispo emérito de Santa Cruz del Sur y Mons. José Mário Stroeher, Obispo de Río Grande. Quien también estuvo presente en la celebración fue el superior provincial de los padres de la Sociedad de Cristo para los migrantes polacos, Padre Casemiro Dlugosz, que ya trabajó en la diócesis gaucha.

Mons. Urbano fue quien predicó la homilía de la Santa Misa, atendiendo a un pedido del propio jubilar. Él inició caracterizando la celebración de un jubileo como reconocimiento de que todo es gracia y del llamado a la santificación. «Es el reconocimiento de que en el transcurso del tiempo estamos llamados a santificarnos. La historia es el lugar de nuestra santificación», dijo él. El prelado además hizo memoria de los fallecidos padres de Mons. Jerónimo, teniendo certeza de que fueron ellos quienes ofrecieron al Obispo la cuna favorable para la vida de la fe.

Durante su predicación, el Obispo también recordó las palabras de Juan Pablo II: «la familia es el santuario de las vocaciones». Y recordó también el tiempo de formación y el ministerio presbiteral y episcopal del jubilar en la diócesis de Erexim, destacando, a partir del lema y del blasón episcopal de Mons. Jerónimo («Para que todos tengan vida»), la importancia de la promoción y defensa de la vida y como él realizó esta directriz en su ministerio. Fueron mencionadas en este momento diversas actividades desarrolladas por el jubilar.

«Hoy, nos reunimos alrededor de este altar para celebrar y rendir gracias a Dios por todo el bien ya realizado y por tantos otros que el señor ha obrado. Nuestra oración es de agradecimiento por todo, al final, en su vida todo es gracia; por su incansable testimonio en el anuncio de la palabra y en la formación de la cultura de la solidaridad», destacó el Obispo emérito de Passo Fundo sobre el gran homenajeado del día.

Para concluir su reflexión, Mons. Urbano deseó que Dios bendijera a Mons. Jerónimo y lo condujese siempre más confiado y convencido de que valió la pena haber entregado su vida como el maestro Jesús. Él, además, agradeció el testimonio de padre y de pastor del Obispo e hizo votos de que María, la auxiliadora de los cristianos, le concediese la alegría del siervo bueno y fiel, que sigue incansablemente el camino.

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Al final de la celebración eucarística, fue entregado un regalo a Mons. Jerónimo, que antes de la bendición conclusiva dirigió algunas palabras al pueblo presente en la catedral. Él aseguró que estaba muy feliz y se sentía realizado por haber colaborado por 25 años como Obispo en la región, teniendo a Cristo como centro de todo. El jubilar afirmó que vivió y vive, todavía hoy, alegres y buenos momentos de comunión y fraternidad con los sacerdotes y religiosos de la diócesis y pidió perdón por todo aquello que no hizo o que podría haber hecho mejor. Después de la ceremonia hubo una cena de confraternización en el salón de fiestas de la Catedral.

Mons. Jerónimo Zanandréa

Hizo los estudios iniciales en Benjamim Constant do Sul, de 1947 a 1949, el pre-seminario en Frederico Westphalen, en el año 1950, y de 1951 a 1954 en el Seminario Diocesano San José, en Santa María. Cursó la enseñanza media en Erechim en el Seminario Nuestra Señora de Fátima, de 1955 a 1957. A partir de 1958 hasta 1964 cursó las facultades de Filosofía y de Teología en el Seminario Mayor Nuestra Señora de la Concepción en Viamão.

Fue ordenado sacerdote el 3 de julio de 1964 en la ciudad de Benjamim Constant do Sul. De 1983 a 1985 hizo maestría en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, Italia. El día 16 de noviembre de 1987 fue nombrado Obispo coadjutor de la diócesis de Erexim, por el Papa Juan Pablo II. Fue ordenado Obispo por el Nuncio Apostólico de Brasil, Mons. Carlo Furno, el 17 de enero de 1988.

El 26 de enero de 1994, con la renuncia de Mons. João Hoffmann, asumió el gobierno de la diócesis de Erexim. El día 6 de junio de 2012 fue sustituido por el capuchino Mons. José Gislon como su sucesor en la cátedra de Erexim. (FB)

 

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