Ciudad del Vaticano (Jueves, 14-03-2013, Gaudium Press) «Ahora, comenzamos nuestro camino: Obispo y pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma que es la que preside en la caridad a todas las Iglesias. Un camino de hermandad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro. Recemos por todo el mundo, para que haya una gran hermandad»; fueron las palabras que pronunció el recién electo Papa Franciso y que calaron en el corazón de miles de fieles, atentos y espectactes, que se dieron cita en la Plaza de San Pedro para ser testigos oculares de uno de los momentos históricos más importante para la Iglesia y de la década.
La lluvia hizo que la tarde se llenara de un tono especial ante los miles de paraguas de colores que resguardaron a los peregrinos |
Horas antes de la fumata blanca y del anuncio al mundo que «Habemus Papam», estuvimos acompañando a la multitud de peregrinos que desde las 5:00 de la tarde, hora local en Roma, empezaron a repletar la Plaza Vaticana.
La lluvia, que no cesó del todo hasta que el nuevo Pontífice se asomó por el Balcón Papal, hizo que la tarde se llenara de un tono especial ante los miles de paraguas de colores que resguardaron, por algunas horas, a italianos y peregrinos del mundo que iban llegando al lugar para presenciar el acontecimiento.
«¿Será fumata blanca?», «¿será que hoy hay Papa?», eran las preguntas que algunos vecinos latinoamericanos se hacían de manera reiterada minutos antes de aparecer el humo blanco.
Momento en el cual el Papa Francisco saluda a la multitud de fieles presentes en la Plaza de San Pedro |
El reloj marcó las 7:05 de la tarde, el cielo ya había oscurecido y la fumata blanca llegó. Gritos de gozo, llantos de felicidad y hasta saltos de alegría era lo que expresaban los fieles presentes en la Plaza de San Pedro. «Qué emoción tan grande», fue el comentario que escuchamos de una peregrina de Colombia una vez se dejó ver el humo blanco que emanó desde la chimenea de la Capilla Sixtina.
Al culminar la fumata, que permaneció ante nuestra vista por un tiempo más, otra espera inició: Ahora restaba saber el nombre del nuevo Papa y conocer el rostro de aquel que guiaría la barca de Pedro por los próximo años.
Esa hora llegó. Pasadas las 8:00 de la noche el Papa Franciso, el Cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, se asomó por el Balcón Papal, mismo insante en el que la Plaza de San Pedro estalló en un unísono grito de júbilo, que fue seguido por un momento de silencio para escuchar el saludo del nuevo Papa al pueblo de Roma y al mundo.
Una religiosa deja ver su alegría con el nuevo Papa. |
«¡Hermanos y hermanas, buenas noches! Ustedes saben que el deber del Cónclave es dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo (…) pero estamos aquí. Les agradezco la acogida», saludó el Papa argentino, momento en el cual un intenso aplauso resonó en toda la Plaza Vaticana.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
Con las fotografías de Gustavo Kralj.
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