Ciudad del Vaticano (Sábado, 16-03-2013, Gaudium Press) Esta mañana, a las 11:00 horas de Roma, en presencia de más de 6000 personas, el Papa Francisco realizó su primer contacto específico con medios de comunicación, en un clima no solo informativo sino de bastante alegría. Era la audiencia dedicada especialmente a los periodistas, a la que pudieron entrar tanto periodistas de acreditación permanente y temporaria ante la Santa Sede, cuanto sus acompañantes.
El Papa entra a la audiencia – Fotos: Gustavo Kralj / Gaudium Press |
«Queridos amigos estoy contento de estar con vosotros, al inicio de mi ministerio en la Sede de Pedro, para encontrarme con vosotros que habéis trabajado aquí en Roma en este periodo tan intenso iniciado con el sorprendente anuncio [de renuncia] de mi venerado predecesor Benedicto XVI el 11 de febrero pasado. Saludo cordialmente a cada uno de vosotros», ha dicho el Pontífice al comenzar su intervención.
Seguidamente, el Papa Francisco destacó el papel creciente de los medios de comunicación, y su hoy «indispensabilidad» para narrar al mundo lo hechos de la historia, al tiempo que agradeció el cubrimiento realizado en estos días, en el que mucho «habéis trabajado».
Para una hermenéutica de la Iglesia es necesaria la consideración de la fe
«Un agradecimiento especialmente a todos los que han sabido observar y presentar estos acontecimientos de la historia de la Iglesia teniendo en cuenta la perspectiva más justa en que deben ser leídos: la de la fe. Los acontecimientos de la historia requieren casi siempre una lectura compleja que a veces también puede comprender la dimensión de la fe. Los acontecimientos eclesiales no son, ciertamente, más complicados que los políticos o económicos. Tienen sin embargo, una característica de fondo particular: responden a una lógica que no es principalmente la lógica de las categorías, por decirlo así, mundanas, y precisamente por esto no es fácil interpretarlas y comunicarlas a un público amplio y heterogéneo. La Iglesia aunque ciertamente es una institución humana e histórica, con todo lo que esto comporta, no tiene una naturaleza política, sino esencialmente espiritual: es el pueblo de Dios. El santo pueblo de Dios que camina hacia el encuentro con Jesucristo», resaltó el Pontífice.
El Papa destacó igualmente la centralidad de Jesucristo en la obra y esencia de la Iglesia, y del «protagonismo» del Espíritu Santo en toda su historia, hechos que deben servir de foco interpretativo para analizar lo que ocurre en la Barca de Pedro.
«Podéis estar seguros de que la iglesia, por su parte, presta gran atención a vuestro precioso trabajo» aseveró el Papa, para después convocar a los comunicadores a dar «una atención particular hacia la verdad, la bondad y la belleza; y esto nos acerca mucho, porque la Iglesia existe para comunicar eso mismo: la Verdad, la Bondad y la Belleza ‘in persona’ «, refiriéndose al Salvador. «Debe quedar claro que estamos todos llamados no a comunicar lo nuestro, sino esta triada existencial que conforman la verdad, la bondad y la belleza».
En otro gesto de comunicación espontánea de los que ya le son característicos, el Papa contó a los periodistas presentes el porqué de su nombre Francisco. El Pontífice expresó que cuando ya había adquirido la votación necesaria para ser elegido «un gran amigo» suyo, el Cardenal Hummes lo abrazó, lo besó y le dijo «no te olvides de los pobres». Esa palabra le llegó a su corazón, y fue entonces cuando pensó en San Francisco de Asís. La memoria de ese santo fue ratificada cuando pensó en las guerras, y en San Francisco como el hombre de la paz y de una correcta relación con la naturaleza.
Finalmente el Papa bendijo a los periodistas.
Gaudium Press / Saúl Castiblanco
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