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Içara (Viernes, 15-03-2013, Gaudium Press) En una celebración eucarística del pasado 10 de marzo, fue anunciado al pueblo de la Parroquia San Donato, perteneciente a la diócesis de Criciúma, Brasil, la constitución Comisión Pro Construcción del Santuario Diocesano del Sagrado Corazón de Jesús, que será construido en la ciudad de Içara. En la ocasión, fue realizada también la acogida de la piedra fundamental, traída de Jerusalén.
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| Piedra fundamental del Santuario, traída desde Jerusalén. |
Durante la Santa Misa, que fue presidida por el obispo de Criciúma, Mons. Jacinto Inácio Flach, el párroco padre Antonio Vander y el coordinador diocesano de pastoral, padre Joel Sávio, fue presentado también todo el proyecto arquitectónico del futuro santuario. Estuvieron presentes en la ceremonia la coordinación diocesana del Apostolado de la Oración y miembros del movimiento de la parroquia San Donato.
El prelado destacó que en el Domingo de la Alegría, Içara y toda la diócesis de Criciúma vivieron un momento muy alegre, al verse encaminando un gran sueño de la diócesis, el de tener un Santuario dedicado al Corazón de Jesús. «Jesús dijo: ‘Venid a mí todos vosotros que estáis cansados de cargar pesados fardos y yo os aliviaré’. El Corazón de Jesús espera a todos, para que puedan ser portadores de la paz. Así será para todos los que fueren al Santuario, al Corazón de Jesús, serán aliviados», afirmó Mons. Jacinto.
El Santuario será construido en la comunidad de Segunda Línea, en tierras donadas por la pareja Zefiro Giassi y Ana María, en un lugar de notable belleza natural y con un área de cerca de 7 hectáreas. En relación al proyecto del templo se destacó que tendrá un lago y un pequeño «jardín de los olivos». Próximo a ellos, habrá una capilla y una vía sacra, que conducirá hasta la colina, donde será construido el santuario en formato de cruz. Todo ese trabajo es acompañado por el padre Bento Zilli, Mestrando (que hace maestría) en Teología con especialización en Liturgia, Arte y Espacio Sagrado en la PUC-RS.
De acuerdo con Mons. Jacinto, la intención es acoger de modo especial a los más pobres y sufridos y darles asistencia espiritual. «Para que allá, junto al Corazón de Jesús, encuentren misericordia», afirmó. (FB)
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