Ciudad del Vaticano (Miércoles, 03-04-2013, Gaudium Press) En la audiencia general de hoy, el Papa ha retomado las catequesis del Año de la Fe, según la mente de su predecesor, aunque aprovechando como tema el tiempo pascual que vive la Iglesia.
Afirmó el Papa que «es precisamente la Resurrección la que nos abre a la esperanza más grande, porque abre nuestra vida y la vida del mundo al futuro eterno de Dios, a la felicidad plena, a la certeza de que el mal, el pecado y la muerte pueden ser derrotados. Y ello lleva a vivir con mayor confianza las realidades cotidianas, a afrontarlas con valentía y con empeño. La Resurrección de Cristo ilumina con una luz nueva estas realidades cotidianas ¡la Resurrección de Cristo es nuestra fuerza!»
Papa Francisco en la misa del Domingo de Pascua – Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press |
El Papa resaltó en su catequesis aquellos testimonios que «que toman la forma de un relato, que encontramos en los Evangelios», sobre la Resurrección de Cristo. «Sobre todo observamos que los primeros testigos de este evento fueron mujeres. Al amanecer, ellas van al sepulcro para ungir el cuerpo de Jesús, y encontraron el primer signo: el sepulcro vacío. Sigue después el encuentro con un Mensajero de Dios que anuncia: Jesús de Nazaret, el crucificado, no está aquí, ha resucitado. Las mujeres son llevadas por el amor y saben acoger este anuncio con fe: creen, y de inmediato lo transmiten, no lo tienen para sí mismas. Lo transmiten», en lo que dan ejemplo a todos los cristianos.
El hecho de que se registren los relatos de las mujeres-testigos de la resurrección, es una prueba de la historicidad del este hecho y de los Evangelios, según la mente del Papa: «En las profesiones de fe del Nuevo Testamento, como testigos de la Resurrección vienen recordados sólo los hombres, los Apóstoles, pero no las mujeres. Esto se debe a que, de acuerdo con la Ley judaica de aquel tiempo, las mujeres y los niños no podían dar un testimonio fiable, creíble. En los Evangelios, sin embargo, las mujeres tienen un papel primordial, fundamental. Aquí podemos ver un elemento a favor de la historicidad de la Resurrección: si se tratara de un hecho inventado, en el contexto de aquel tiempo no hubiera estado relacionado al testimonio de las mujeres. Los evangelistas, en cambio, simplemente se limitan a narrar lo que sucedió: las mujeres son los primeros testigos».
Fiarse como niños en los brazo de Dios
«Lo que cuenta para Dios es el corazón, cuán abiertos estamos para Él, si somos como niños que se fían. Pero esto nos hace reflexionar también sobre cómo las mujeres, en la Iglesia y en el camino de la fe, hayan tenido y sigan teniendo aún hoy un papel especial en el abrir las puertas al Señor, en seguirlo y en comunicar su Rostro, porque la mirada de fe necesita siempre la mirada sencilla y profunda del amor. A los Apóstoles y a los discípulos les cuesta más creer, a las mujeres no. Pedro corre al sepulcro, pero se detiene ante la tumba vacía; Tomás debe tocar con sus manos las heridas del cuerpo de Jesús. También en nuestro camino de fe es importante saber y percibir que Dios nos ama, no tener miedo de amarlo: la fe se profesa con la boca y con el corazón, con las palabras y con el amor».
Hoy Cristo resucitado se hace presente por medio de «la Sagrada Escritura, la Eucaristía y los demás Sacramentos, la caridad, los gestos de amor que llevan un rayo del Resucitado». El Papa concluyó su catequesis invitando a los jóvenes que lo acompañaban, y a los jóvenes cristianos del mundo entero, a dar testimonio de la Resurrección del Señor.
Con información de Radio Vaticano
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