Roma (Lunes, 08-04-2013, Gaudium Press) Los 51 mártires de Barbastro, miembros de la comunidad de los Misioneros Claretianos, quienes dieron su vida por la fe en 1936 durante la Guerra Civil española, son los protagonistas de una nueva película titulada «Un Dios Prohibido». La cinta, que se encuentra en fase de postproducción y que espera ser estrenada al final de la primavera, filmó sus últimas escenas en Roma el pasado mes de marzo, ocasión que también se aprovechó para enseñar un fragmento de 20 minutos a la Curia General de los Misioneros Claretianos.
Una de las escenas de la cinta «Un Dios Prohibido». Foto: Contracorriente Producciones. |
El proyecto, llevado a cabo por la productora Contracorriente y dirigido por el cineasta Pablo Romero, narra la historia de los mártires con un énfasis en la dimensión humana y religiosa de los protagonistas. La historia resalta, según sus realizadores, «la dimensión universal del triunfo del amor sobre la muerte». Según el guionista, Juanjo Díaz Polo, el tema fue difícil de abordar «porque es sobre algo de lo que no se ha hablado mucho», además de ser un hecho marcado por connotaciones políticas e ideológicas.
La cinta, señaló durante un coloquio organizado recientemente en Madrid, es una oportunidad para «hablar de lo que ocurrió en el mundo a principios de siglo como un gran choque de ideales», y mostrar esa realidad de una forma integral. «Lo interesante no sólo es lo que ocurrió, sino por qué ocurrió», comentó Díaz Polo. El guionista agradeció la cooperación prestada por los Misioneros Claretianos en la investigación necesaria para escribir el guión y narrar «una historia que tiene algo de universal».
El actor y director de casting, Jacobo Muñoz, señaló que la elección de los actores fue un proceso exigente, no sólo por la cantidad (53 actores y 400 figurantes), sino por el carácter de los personajes. Según Muñoz, se buscó que «los actores tuviesen el espíritu de los personajes, más que el físico». Precisamente, durante el rodaje, los artistas que representan a los mártires vivieron en el Seminario de Ciudad Rodrigo durante un mes y medio, tiempo durante el cual se estrechó la amistad entre ellos y el enlace con los ideales que motivaron a los seminaristas a entregar su vida por la fe. «La única forma de crear es el amor y esta es una película en la que ha habido mucho amor», describió Alex Larumbe, quien representa al mártir Juan Echarri.
Los Misioneros Claretianos, productores asociados de la cinta, han acompañado el rodaje desde sus inicios, en septiembre de 2012. El P. Manuel A. Tamargo, superior provincial de Santiago, y el P. José Beruete, Director del Museo de los Mártires de Barbastro, asesoraron de cerca al equipo de producción durante las filmaciones, según informó el servicio informativo de la orden religiosa.
El trailer de la película está disponible siguiendo el siguiente vínculo.
Con información de Contracorriente y Misioneros Claretianos.
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