Jerusalén (Martes, 09-04-2013, Gaudium Press) Los restos de la Beata Marie Alphonsine, fundadora de la orden de las Hermanas del Rosario y segunda fiel de la Diócesis de Jerusalén en ser beatificada, fueron exhumados como parte del proceso que busca su canonización. El procedimiento se realizó con suma veneración y solemnidad el pasado 05 de abril, según informó el Patriarcado Latino de Jerusalén.
Mons. Twal, durante el rito de exhumación de los restos de la Beata. Foto: Patriarcado Latino de Jerusalén. |
La exhumación de los restos de la Beata hace parte de las acciones prescritas dentro del proceso de canonización y ofrece la oportunidad a los fieles de orar nuevamente ante el cuerpo de la persona. En presencia del Patriarca de Jerusalén, Su Beatitud Fouad Twal, del Vicario Patriarcal para Israel, Obispo Giacinto-Boulos Marcuzzo, del Juez delegado para la causa de canonización de la Beata Marie Alphonsine, Mons. Shomali, y de otras autoridades eclesiásticas, una comisión de doctores y expertos identificaron el cuerpo de la Beata.
Beata Marie Alphonsine, retrato del Evangelio
Durante la oración que acompañó este paso en el proceso de canonización, el Patriarca Twal recordó que Marie Alphonsine fue «escogida por María», para imitar las virtudes de la Santísima Virgen y caminar «el camino de perfección y santidad». Para el prelado, la «Madre Marie Alphonsine es una profunda ilustración, árabe y jerosolimitana, un espléndido retrato del Evangelio de Cristo».
Los expertos reconocen los restos de la Beata, frente a las autoridades eclesiásticas. Foto: Patriarcado Latino de Jerusalén. |
Su ejemplo de toda una vida de trabajo en favor de los más necesitados de Palestina y su promoción permanente de la devoción a la Santísima Virgen y el rezo del Santo Rosario fueron características notables de su vida. La Beata (quien vivió de 1843 a 1927) fue bendecida también con varias apariciones de la Santísima Virgen, que inspiraron el nacimiento de la congregación de las Hermanas del Rosario en 1880.
Durante la ceremonia su beatificación en 2009, el Papa Benedicto XVI afirmó que su testimonio tiene una influencia universal: «Marie Alphonsine brilla como la gloria de la Iglesia Católica y destella como una joya preciosa en la tierra de Jesucristo».
Las reliquias de la Beata fueron puestas en una urna tras su reconocimiento y permanecerán en la iglesia de Nuestra Señora del Rosario. El informe sobre la actividad fue enviado en un sobre sellado a la Congregación para la Causa de los Santos en el Vaticano.
Con información del Patriarcado Latino de Jerusalén.
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