Toronto (Viernes, 12-04-2013, Gaudium Press) La imagen de Sebastian Gomes, uno de los activos colaboradores de la Sala de Prensa Vaticana durante la transición papal, recorrió el mundo entero cuando realizó la Primera Lectura de la Eucaristía de Inicio del Ministerio Petrino del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, frente a unas 250 mil personas. Este honor fue el reconocimiento de la labor que cumplieron el P. Thomas Rosica y Gomes en la coordinación de la Sala de Prensa con los medios de comunicación de hablas inglesa y francesa. El pasado 11 de abril, el profesional relató su experiencia al canal de televisión Salt + Light.
Instalaciones para medios de comunicación en la Plaza de San Pedro, en Roma. En la parte inferior, el P. Thomas Rosica es entrevistado. Foto: Salt +Light |
«¿Cómo fue que terminó haciendo la primera lectura?», ha sido la pregunta que más ha tenido que responder Gomes a su regreso a Toronto, Canadá, donde labora como productor en Salt + Light, el canal católico del país. «Recuerdo cuando el P. Rosica (Jefe ejecutivo y fundador del canal) me llamó a esta oficina el 14 de febrero», relató. El mensaje del sacerdote era que el P. Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, había pedido colaboración en el manejo de los medios de comunicación con motivo de la renuncia de Benedicto XVI. El P. Rosica y él viajaron a Roma, para ponerse al servicio de la Santa Sede.
La tarea era coordinar las necesidades una gran cantidad de periodistas que ya estaban presentes en el Vaticano. «El mundo entero estuvo pegado a las pantallas de televisión y los computadores durante un mes viendo esas escenas inolvidables, y todo ese tiempo el P. Rosica y yo trabajamos sin descanso en el fondo, explicando los procesos y tradiciones de nuestra amada Iglesia», relató Gomes. La misión era crucial: «Tenemos una gran historia que contar, pero debe ser contada bien».
Una relación más cercana con los medios
«Recuerdo el día cuando por primera vez el P. Lombardi entró en la Sala de Prensa acompañado por el P. Rosica y el P. Gil Tamayo (el portavoz en español)», continuó su narración Gomes. «Los medios en inglés, francés, español y alemán casi se caen de sus sillas cuando escucharon los pronunciamientos en italiano traducidos en sus lenguas maternas».
Esto significó un cambio muy positivo para la relación de dichos medios con las fuentes oficiales de la Iglesia, que ordinariamente comunican sus asuntos en lengua italiana. «En este aspecto yo no podía sino sentir simpatía por los medios no-italianos», comentó Gomes. Según el productor, la gran mayoría de ellos llegó de muy lejos, con grandes costos y sin traer una agenda programada o algún prejuicio sobre los acontecimientos. «Simplemente querían cubrir los eventos», explicó. «Si usted conoce algo de los medios seculares de habla inglesa, sabrá que eso es un primer paso muy positivo».
Sebastian Gomes, productor de Salt + Light. |
La disposición de la Santa Sede de acercar la información a los lenguajes más prominentes y el haber asignado a personas encargadas de comunicar la información en esos idiomas, de «darles un rostro», en expresión de Gomes, fue «un enorme paso adelante». El productor recuerda el balance que a este respecto le hizo una corresponsal norteamericana radicada en Roma. La profesional le dijo que proveer información constante a los medios era la mejor forma de evitar que buscaran información no oficial, a menudo contraria a la Iglesia y cargada de intereses particulares.
Comunicar y resguardar la fe
La relación de la prensa y la Santa Sede tiene aspectos particulares. Según Gomes, «la fe católica es, por voluntad divina, algo que debe ser compartido, pero también algo que debe ser preservado». Este equilibrio debe ser mantenido con cuidado por la Iglesia institucional como una de sus mayores responsabilidades. Esta prudencia, expresó el productor, es con frecuencia incomprendida en una época «que demanda un acceso irrestricto a la información».
Para el profesional es normal que la Iglesia se retraiga para protegerse en momentos en los cuales advierte peligro. Y la prensa puede interpretar esta reacción como si fuera lejana, o como si ocultara información. «Es una relación circular», advirtió Gomes. «Cada uno contribuye a la forma actual y al ánimo del otro (…). Si, como ha ocurrido anteriormente, la prensa ataca al Vaticano, la probabilidad de diálogo abierto y cooperación se disminuye».
El reto, por tanto, de la labor de la Sala de Prensa durante los días de la transición papal fue, sobre todo, encontrar «cómo comunicarse mutuamente en una forma respetuosa y productiva para ambos», explicó Gomes. El profesional destacó esta voluntad en el trabajo desarrollado en la Santa Sede y prometió profundizar próximamente en otros aspectos de su experiencia en el Vaticano.
Con información de Salt + Light.
Deje su Comentario