Edmonton (Lunes, 15-04-2013, Gaudium Press) La archivista de la Arquidiócesis de Edmonton, Canadá, Sahmin Malmas, describió el procedimiento de preservación y conservación de la histórica Bula con la cual el Papa San Pío X creó la Diócesis de Calgary y elevó la de Edmonton al grado de Arquidiócesis en 1912. El valioso documento, elaborado sobre piel, conserva ricas ilustraciones y fue objeto de un elaborado tratamiento con motivo del reciente centenario del acontecimiento.
La Bula Papal de 1912 conservada en la Arquidiócesis de Edmonton, Canadá. Foto: Arquidiócesis de Edmonton. |
«Uno de las principales responsabilidades de un archivista es asegurarse de que los registros que tienen valor a largo plazo sean preservados de forma que se pueda acceder a ellos en el futuro», comentó Malmas, en un artículo especial redactado para Salt + Light. El documento más valioso que la profesional debe resguardar es la Bula Papal con la cual Edmonton fue elevada al grado de Arquidiócesis, el 30 de noviembre de 1912.
Técnicamente, la Bula puede ser descrita como «un documento elaboradamente decorado, creado sobre vellum (piel de mamífero tratada para la escritura y la pintura) y a la cual se ha fijado una bula de plomo grande (el sello que cuelga del extremo del documento y que ostenta el nombre del Papa en uno de sus lados y una imagen de San Pedro y San Pablo en el otro)», explicó la archivista.
La misión de Malmas fue garantizar la preservación del documento lo cual significa protegerlo «minimizando el deterioro físico y químico», explicó, de forma que se pueda «minimizar la pérdida de información y extender la vida de la propiedad cultural». Para ello se deben retirar los objetos extraños, se aplanan los documentos enrollados y se guardan en recipientes especiales en entornos de temperatura y humedad controladas.
Sobre la Bula Papal, la experta comentó que en sus 100 años de historia, ha sido trasladada en muchas oportunidades. «En algún momento fue doblada por la mitad y guardada en un sobre amarillo de manila, causando un gran doblez a lo largo del documento», relató. Además de esta circunstancia, el material en el cual fue elaborada presenta otras dificultades. «El vellum es muy susceptible a los cambios de humedad y se encogerá y se hinchará si se expone a esos cambio». Sobre este riesgo explicó que las condiciones del lugar no ayudan a este requerimiento. «¡El clima seco de Alberta es ciertamente no el ideal!», afirmó.
La bula o sello de plomo con el nombre del Pontífice. Foto: Arquidiócesis de Edmonton. |
Como consecuencia de estas circunstancias, algunos detalles decorativos del documento se estaban desprendiendo y dos «lágrimas» se estaban formando en el doblez del material. Por este motivo, la Arquidiócesis dispuso que se hiciera sobre el documento un trabajo de conservación especializado. Éste consiste en «la reparación o estabilización de los materiales a través de tratamientos físicos o químicos», explicó Malmas.
Este trabajo estuvo a cargo del Laboratorio de Conservación de los Archivos de la Provincia de Alberta. «En el caso de la Bula Papal era extremadamente importante asegurar que los tratamientos realizados no dañaran la caligrafía o los detalles decorativos», relató la archivista. La conservadora Kimberley Main, de dicha institución, humidificó y estiró el documento, y elaboró una caja especial para la Bula.
Una segunda parte del trabajo se llevará a cabo en primavera, cuando se reparen las imperfecciones presentes en el doblez del documento. «Para garantizar su supervivencia a largo plazo, la Bula Papal está ahora seguramente guardada en la caja fuerte del archivo». Según Malmas, el documento puede permanecer allí por los próximos cien años.
Con información de Salt + Light.
Deje su Comentario