Ciudad del Vaticano (Lunes, 22-04-2013, Gaudium Press) Ayer domingo, en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco ordenó a 10 sacerdotes originarios de diversos lugares del mundo. Así, el Pontífice renovó la tradición romana de celebrar ordenaciones presbiterales en el domingo «del Buen Pastor», el cual coincidió esta vez con la jornada de Oración por las Vocaciones, que celebró su 50ª edición.
Foto: Radio Vaticano |
Entre los ordenandos hubo seis italianos, dos indianos, un argentino y un croata. La edad de ellos varía entre 26 a 44 años. Cuatro se formaron en el Pontificio Seminario Mayor, otros cuatro en el Colegio Redemptoris Mater y dos en el Seminario de la Virgen del Amor Divino.
La homilía del Papa
La homilía del Santo Padre fue rica enseñanzas para los presbíteros y resumitiva de lo que debe ser su fecundo ministerio.
«Así como en efecto, para ello Él había sido enviado por el Padre, del mismo modo Él envió a su vez al mundo, primero a los apóstoles y luego a los obispos y sus sucesores, a los cuales, en fin, se dio como colaboradores a los presbíteros, que -unidos a ellos en el ministerio sacerdotal- están llamados al servicio del pueblo de Dios», expresó el Pontífice.
Los nuevos presbíteros desarrollarán el ministerio de la Sagrada Doctrina a ejemplo de Jesucristo. «Recuerden también que la Palabra de Dios no es propiedad de ustedes: es Palabra de Dios. Y la Iglesia es la que custodia la Palabra de Dios», dijo el Papa.
El Papa Francisco habló también sobre el ministerio sacramental que desarrollarán los nuevos sacerdotes: «Mediante el ministerio de ustedes, el sacrificio espiritual de los fieles se hace perfecto, porque se une al sacrificio de Cristo, que por medio de las manos de ustedes, en nombre de toda la Iglesia, es ofrecido de modo incruento sobre el altar de la celebración por los Santos Misterios. (…) Con el Bautismo agregarán nuevos fieles al Pueblo de Dios. Con el Sacramento de la Penitencia remitirán los pecados en nombre de Cristo y de la Iglesia: hoy les pido en nombre de Cristo y de la Iglesia, por favor, no se cansen de ser misericordiosos. Con el óleo santo darán alivio a los enfermos y también a los ancianos: no se avergüencen de dar ternura a los ancianos».
El Pontífice pidió que el ministerio que entonces iniciaban los ordenados fuese realizado con alegría, y con el único anhelo de agradar a Dios: «Sean pastores, no funcionarios. Sean mediadores, no intermediarios».
La imagen del Buen Pastor debe estar presente en la mente de los presbíteros, para conducir a la fieles a Dios: «En fin, participando en la misión de Cristo, Cabeza y Pastor, en comunión filial con su obispo, comprométanse en unir a sus fieles en una única familia para conducirlos a Dios Padre por medio de Cristo en el Espíritu Santo. Tengan siempre ante sus ojos el ejemplo del Buen Pastor, que no ha venido para ser servido, sino para servir y para tratar de salvar lo que estaba perdido», expresó el Papa Francisco.
Con información de Radio Vaticano
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