Menú 
Buenos Aires (Lunes, 22-04-2013, Gaudium Press) Con dos mensajes especiales, uno dirigido al pueblo de Dios y otro dedicado a los sacerdotes, la Conferencia Episcopal Argentina celebró la próxima beatificación de José Gabriel del Rosario Brochero, que se llevará a cabo el próximo 14 de septiembre. El conocido «Cura Brochero» fue propuesto como modelo para unos y otros, en el contexto del Año de la Fe. «Dios ha visitado a su pueblo, ofreciendo en la persona de Brochero un testigo creíble del Evangelio», afirmaron los Obispos, «un pastor según el corazón de Dios, que nos inspira y alienta para la nueva evangelización».
 |
| Venerable P. José Gabriel Brochero, quien será beatificado el próximo 14 de septiembre. |
En su mensaje a los fieles argentinos, los prelados destacaron aspectos fundamentales de la vida del Cura Brochero. Como sacerdote, destinado en 1869 al servicio de los campesinos en Traslasierra, demostró su «gran espíritu de sacrificio y extraordinaria caridad pastoral y social». El sacerdote se entregó a la gente del campo, «compartió su vida y promovió en ella la elevación humana y religiosa, especialmente a través de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola».
Los Obispos destacaron también la gran devoción del próximo Beato a la Santísima Virgen, quien, venerada «con el profundo y cálido título de «Mi Purísima», nos abre a su amor hondo y concreto, muy atento a las necesidades de cada persona». Su vida espiritual también se manifestó en su alegría. «Él no fue un cristiano triste. Sabía de la alegría que da Jesús y la quería contagiar», afirmaron los prelados argentinos. «Por eso al visitar a la gente en sus casas, les decía: «Aquí vengo a darles música»».
La Conferencia Episcopal recordó a los fieles la alegría que desborda la Iglesia argentina por su próxima beatificación e invitó a que este acontecimiento tenga un efecto saludable en la vida de los católicos. «Esta beatificación es una nueva llamada de Dios para responder a la vocación a la santidad que todos recibimos en el bautismo», concluyeron los Obispos su primer mensaje. «Queridos hermanos, los tiempos nos urgen, para que siguiendo el ejemplo de los santos, experimentemos la dulce y confortadora alegría de evangelizar».
Modelo de sacerdotes
La identidad sacerdotal del próximo Beato fue el tema del segundo mensaje de los Obispos argentinos, esta vez dirigido especialmente a los presbíteros. «De manera especial, la santidad del «Cura Brochero» es un regalo para los pastores que, ungidos por el mismo Espíritu que selló su alma, queremos servir al Pueblo de Dios en nuestra Patria», afirmaron los prelados.
«¿Qué nos dice la figura evangélica y sacerdotal de Brochero?», se preguntaron, para luego esbozar las características esenciales del sacerdocio de José Gabriel del Rosario Brochero: «Su vida radicada en Dios, su amor a Jesucristo, a la Palabra y a la Eucaristía; su celo apostólico, especialmente por los más alejados y necesitados; la fortaleza y creatividad de un sacerdote que vivía intensamente su vocación de párroco; la originalidad con que unió evangelización y promoción humana; su tierna devoción a la Purísima; el testimonio elocuente de su vida pobre y entregada; su capacidad de amistad con grandes y pequeños; su configuración con Cristo paciente, sobre todo al final de sus días».
Este listado de virtudes, vividas en grado heroico por el Cura Brochero, fue profundizada en las reflexiones de los Obispos para los sacerdotes. El carisma de la evangelización del venerable sacerdote, que incorporó los Ejercicios Espirituales, continúa en el clero argentino a través de los Encuentros Nacionales de Sacerdotes y Seminaristas en Villa Cura Brochero. «Brochero nos ha enseñado a permanecer en la contemplación de Jesús, experimentándolo como Amigo, Maestro y Señor» describió el mensaje. «La vida de oración de este santo cura nos interpela a nosotros que, como él, hemos sido llamados para estar con Jesús y predicar su Evangelio».
Vida de Iglesia y Nueva Evangelización
En el carácter del próximo Beato, los Obispos destacaron su espíritu de comunión eclesial: «Ha sido un hombre de obediencia apostólica, atento a la voz de Dios en las mediaciones eclesiales: en primer lugar, su obispo y la Iglesia diocesana; pero también los demás presbíteros, los laicos, los consagrados, incluso las concretas situaciones de vida».
«Al tener noticia de su vida y recorrer los lugares brocherianos, no deja de sorprendernos la elocuencia evangélica de este simple hecho: Brochero llegó a configurarse con Jesucristo como cura párroco» continuaron los Obispos. Este es uno de los aspectos fundamentales más notorios de la vida del próximo Beato. «En las condiciones ordinarias de la vida de un párroco de nuestra tierra encontró la fuente de su santificación: una parroquia extensa, la confesión, la Misa y la predicación, la visita a las familias y a los enfermos, la educación de las nuevas generaciones, el servicio a los pobres, el trabajo codo a codo con laicos, consagrados y otros presbíteros, etc».
Los prelados ofrecieron la figura del Cura Brochero como modelo de misionero dentro de la feligresía a él encomendada, que se identifica por completo con la necesidad de la nueva evangelización expresada por la Iglesia. También en este sentido destacaron su incorporación a la vida de su pueblo «con ese estilo pastoral de alegría, entusiasmo y cercanía que nosotros anhelamos para nuestra evangelización» y que marca la inserción profunda del Evangelio en la cultura humana.
Configuración con la Cruz de Cristo
El próximo Beato también encarnó el compromiso decidido por los más necesitados, «sin resentimientos ni actitudes ideológicas o dialécticas», sino inspirado directamente en la fe la Doctrina de la Iglesia. De esta manera consiguió para su pueblo la realización de numerosas obras de desarrollo que expresaron también en el progreso material el servicio espiritual de su ministerio.
Este retrato de José Gabriel Brochero culminó con el testimonio ofrecido por el sacerdote durante su enfermedad y muerte: «La vida de todo bautizado y, de manera particular la de un sacerdote, encuentra su sello de autenticidad en el sufrimiento que es necesario padecer por el Evangelio», comentaron los Obispos. «Así lo vivió Brochero, que no solo experimentó diversas contrariedades en su ministerio, sino que, en la enfermedad y el retiro de los últimos años, llegó a participar consciente y libremente en la pasión de Cristo».
Sobre este punto el Mensaje citó las palabras del propio Cura Brochero, quien desde su padecimiento le expresó al Obispo Yañiz Martín: «Pero es un grandísimo favor el que me ha hecho Dios Nuestro Señor en desocuparme por completo de la vida activa y dejarme con la vida pasiva, quiero decir que Dios me da la ocupación de buscar mi último fin y de orar por los hombres pasados, por los presentes y por los que han de venir hasta el fin del mundo»
«Hoy, la Iglesia, con una decisión de su magisterio confirma lo que el sentido de la fe de los fieles ha percibido certeramente: el «Señor Brochero» es feliz -beato- porque ha creído y ha vivido como signo e instrumento del Buen Pastor». En esta fecha especial para la Iglesia en que se encomienda especialmente el ministerio sacerdotal, la Fiesta del Buen pastor, los Obispos de Argentina recordaron el premio de gloria obtenido por el p?oximo Beato y su cercanía e intercesión especial para el clero del país. «No nos queda más que dar gracias a Dios y dejarnos evangelizar por este hermano mayor, uno de nuestra tierra, que honra a la Iglesia de Dios en Argentina».
El mensaje concluyó con un saludo especial a los sacerdotes y la invitación de vivir la alegría del tiempo pascual «encomendándonos unos a otros en la oración, la Eucaristía cotidiana, la protección de la Purísima y la intercesión del nuevo Beato».
Con información de Conferencia Episcopal Argentina.
Deje su Comentario