Encuentro binacional de obispos "del extremo sur" se dio inicio en la diócesis de Villarrica, en Chile

Villarrica (Miércoles, 24-04-2013, Gaudium Press) Ayer en la mañana, obispos provenientes de ocho circunscripciones eclesiásticas del sur de Chile y siete de Argentina, se congregaron en la casa de ejercicios monseñor Guillermo Hartl, en la Diócesis de Villarrica para ser partícipes durante tres días de un encuentro binacional «con el objetivo de compartir las perspectivas de la vivencia del ministerio episcopal».

En un ambiente fraterno, marcado por la oración y comunión, los prelados reflexionan sobre su labor episcopal y la integración pastoral de ambos países. Además analizarán agradecidos el legado de Benedicto XVI y la elección del Papa Francisco.

Desde Chile participan los obispos chilenos Mons. Manuel Camilo Vial de Temuco, Mons. Francisco Javier Stegmeier de Villarrica (anfitrión) Mons. Sixto Parzinger obispo emérito de Villarrica, Mons. Ignacio Ducasse de Valdivia, Mons. René Rebolledo de Osorno, Mons. Cristián Caro de Puerto Montt, Mons. Juan María Agurto de Ancud, Mons. Luis Infanti de Aysén y Mons. Bernardo Bastres de Punta Arenas.

En tanto, la delegación argentina está conformada por nueve obispos: Mons. Marcelo Cuenca de Alto Valle, Mons. José Pedro Pozzi obispo emérito de Alto Valle, Mons. Joaquín Gimeno Lahoz de Comodoro Rivadavia, Mons. José Slaby de Esquel, Mons. Viginio Bresanelli de Neuquén, Mons. Marcelo Melani obispo emérito de Neuquén, Mons. Miguel Angel D´Annibale de Río Gallegos, Mons. Fernando Maletti de San Carlos de Bariloche y Mons. Esteban Laxague de Viedma.

«Es un regalo muy grande compartir estos días»

Con mucha alegría monseñor Francisco Javier Stegmeier, Obispo de Villarrica y anfitrión de esta versión del encuentro, recibió a los pastores manifestando que esta instancia «es una manera de poder integrarnos como hermanos y también de proyectar el futuro pastoral en cosas que son comunes entre ambas fronteras».

Por su parte, monseñor Fernando Carlos Malleti, Obispo de la San Carlos de Bariloche, señaló que «la idea fundamental es el encuentro en sí mismo, quienes tenemos la misma misión dada por la Iglesia de ser pastores de pueblo y acompañar la historia de nuestra gente desde nuestro servicio episcopal. Que de un lado a otro allende las cordilleras podamos realmente disfrutar esta misión que tiene un punto fijo de comunión muy grande, de ser discípulos misioneros en la tarea episcopal».

En diálogo con la prensa católica local, monseñor Esteban Laxague de Viedma comentó que «reunirnos tiene mucha riqueza, esa comunión que vamos forjando al encontrarnos, rezar juntos. Ciertamente, nos une mucho ser del fin del mundo y tener las mismas problemáticas. Buscando desde el Evangelio nuestros puntos en común, por lo que es un regalo grande compartir estos días».

Sobre este punto, monseñor Juan María Agurto de Ancud precisó: «Hay coincidencias y diferencias entre el caminar de la Iglesia en argentina y chilena, creo que nos hace bien escucharnos mutuamente frente a diferentes desafíos. Estamos en el Año de la Fe, es muy bueno ver como se están haciendo iniciativas allá y el trabajo que se está haciendo en la Nueva Evangelización. Pero, no sólo en el compartir de las reuniones, también en los pasillos, en los momentos de convivencia; es un enriquecimiento mutuo».