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Obispos redactan Exhortación Pastoral sobre Consagración Nacional de Filipinas como "Pueblo Amante de María"

Cebú (Miércoles, 24-04-2013, Gaudium Press) Un «Pueblo amante de María – Isang Bayang Sumisinta kay Maria»: estas palabras, escritas en idioma español por la tradición católica hispánica heredada de sus evangelizadores, y reafirmadas en tagalo, idioma autóctono de la región, son el centro de la Exhortación Pastoral que los Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas (CBCP) han publicado con ocasión de la próxima Consagración del país al Inmaculado Corazón de María, que tendrá lugar el próximo 08 de junio (ver noticia anterior).

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Los prelados explicaron que desean manifestar públicamente que los filipinos son «un pueblo que ama verdaderamente a María, la Madre del Señor Jesús y un pueblo » hecho uno» en un sentido verdadero por este amor y devoción». Este afecto devoto fue calificado como «un gran don de Dios» para Filipinas.

Un «Pueblo amante de María»

«En nuestra historia pasada, en tiempos de angustia y necesidad, de oscuridad y pérdida de esperanza, en todo momento en que le hemos orado, ella (la Santísima Virgen) ha venido a nosotros y nos ha levantado», recordaron los Obispos. Una lista de más de doce importantes advocaciones dan testimonio de las numerosas intervenciones de la Virgen en la historia de Filipinias, según recuerda la Exhortación. «Esto es apenas el inicio de una letanía, una larga letanía mucho más larga en donde cada rincón de nuestra tierra insertará su nombre».

La Conferencia de Obispos recordó las palabras de Consagración pronunciadas por el Cardenal Jaime Sin en el Año Mariano de 1988: «Cuando nuestra tierra no era aún un territorio, y nuestra gente no era aún una nación, … fue ella, la Madre de Jesús el Hijo Encarnado, quien se convirtió en nuestra primera lengua de unión, el primer lenguaje común de nuestros corazones, el símbolo de una nueva raza para quienes la unidad y la paz llegaría a su tiempo, como un regalo del Padre de los Cielos, pero como un regalo que nos alcanza a través de sus manos amorosas».

«La CBCP ha ordenado y urgido a todas nuestras diócesis y parroquias, escuelas y otras instituciones, por supuesto incluyendo las familias, a ofrecer solemnemente un acto público de entrga a la Beatísima Madre, Madre de nuestra gente y nuestro país», afirmó el mensaje de los Obispos. El acto de consagración hace parte de los eventos centrales del Año de la Fe y de la preparación para la celebración de los 500 años de Evangelización, que se llevará a cabo en 2021.

La importancia de la Consagración

La Exhortación explicó la tradición de la consagración de las naciones en los pontificados recientes, comenzando por la realizada por el Papa Pío XII en 1942, cuando el Pontífice consagró el mundo entero a la Santísima Virgen. También recordó que el Beato Juan Pablo II renovó dicha entrega de la humanidad en cinco oportunidades, y que esta recomendación fue especialmente clara en las apariciones de la Virgen a los niños pastores de Fátima y es «verdaderamente relevante para nuestro tiempo», como lo afirmó Benedicto XVI.

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Los Obispos de Filipinas, quienes presidirán la Consagración Nacional del páis el próximo 08 de junio. Foto: CBCP.

Los Obispos recordaron especialmente su presencia en Roma «en representación de todos los católicos en nuestra tierra», cuando el Beato Juan Pablo II renovó frente a una imagen de Nuestra Señora de Fátima la Consagración Mundial al Inmaculado Corazón de María el 25 de marzo de 1984. Durante el Año Mariano que siguió a la Consagración, los prelados filipinos encomendaron especialmente la paz y libertad del país. Al término de este período, sólo tres meses después llegó a su fin la dictadura «como una respuesta a nuestras oraciones, estamos convencidos, a través de la intercesión del Inmaculado Corazón de María».

De una manera más reciente, la Exhortación mencionó el Acto de Consagración al Corazón de Jesús y el Corazón de María llevado a cabo en Filipinas en 2010, antecedido por un Año de Renovación, Consagración y Compromiso». Sobre estos actos de entrega del país. los Obispos afirmaron que «estamos seguros de que mucha protección contra el daño, la angustia y la maldad nos han sido concedidas a través de la gracia de los Dos Corazones».

Preparación profunda y significado

Sobre las condiciones actuales que recuerdan la necesidad de la Consagración, la Conferencia de Obispos mencionó la posibilidad de guerras en varias regiones de Asia, los conflictos presentes en el país, alimentados por el comunismo y el islamismo, la falta de empleo que obliga a emigrara miles de ciudadanos y la destrucción de los recursos naturales. A estas razones, los prelados añadieron la promoción de legislaciones contrarias a la moral católica y el avance de «la dictadura del relativismo» y sus efectos en la vida de los ciudadanos.

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Portada del libro electrónico con la preparación de 33 días para la Consagración al Inmaculado Corazón de María, publicado por la CBCP. 

Pero la razón más importante es, según los Obispos, el llamado a «un genuino retorno a Dios y un verdadero volver al Evangelio y a la vivencia más auténtica de nuestra fe». Los prelados pidieron a los católicos seguir la vocación de ser el Pueblo de Dios y el Cuerpo de Cristo, como antídoto al «ateísmo práctico» de una vida que se olvida de Dios.

Ante esta realidad, la Iglesia en Filipinas se propone renovar su Consagración «más seriamente, más profundamente, y con mayor preparación». Para esto, los Obispos pidieron a los fieles unir al Acto de Consagración las prácticas de la Misa y Comunión de Reparación del primer sábado de cada mes y la práctica diaria de la oración y la penitencia. Siguiendo la recomendación de las apariciones de Fátima, «tanto como sea posible, la recitación diaria del Rosario será la práctica de oración que se nos pide».

Los Obispos comentaron que distribuirán esta Exhortación Apostólica con una estampa de un ícono de la «Señora y su manto maternal» elaborado por el P. Armand Tangi que representa a todos los pueblos de Filipinas bajo el manto de la Santísima Virgen. Además se entregará un folleto con las actividades pastorales y algunas reflexiones teológicas sobre la Consagración al Inmaculado Corazón de María y las prácticas de devoción y espiritualidad que la acompañan. La CBCP publicó además el texto completo de los 33 días de preparación a la Consagración, según la espiritualidad de San Luis Grignon de Monfort y el libro «El Secreto de María» de este mismo Santo.

La Exhortación Pastoral reiteró las condiciones prácticas del acto: «Llevaremos a cabo una Consagración Nacional simultánea al Inmaculado Corazón de María, a las 10:00 de la mañana en todas las Catedrales, Templos Parroquiales, Santuarios y Capillas, dirigido por los Obispos en sus respectivas Diócesis, Prelaturas y Vicariatos Apostólicos, en todo el país».

Los Obispos concluyeron su Exhortación complementando para la actualidad las palabras de Cardenal Jaime Sin en 1988, sobre la entrega de Filipinas a la Santísima Virgen. «Este Año de la Fe, de nuestra Consagración a su Inmaculado Corazón, será una firme renovación de nuestra confianza inamovible en ella, de nuestro amor filial hacia ella», afirmaron los prelados. «Ella, quien es ahora, como lo ha sido en el pasado, nuestra Reina y Madre de Misericordia, vita, dulcedo et spes nostra: sí, para toda nuestra gente, nuestra vida, nuestra dulzura y nuestra esperanza».

«Que las campanas suenen en todo el territorio, cantando el himno de nuestra gente a María. Que ellas sean las campanas que celebren nuestra esperanza. Amén. Amén», concluyeron los Obispos.

Con información de CBCP News.

Gaudium Press / Miguel Farías 

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